Es curioso que si lo piensas bien, la mayoría de nuestros pecados es por nuestra boca. La frase “el pez cae por la boca” se hace patente aquí, nuestra boca nos hace pecar y nos quedamos sin excusas, porque aunque alegues ignorancia, sabes que no es así. La ira de Dios contra nosotros y sufrimos las consecuencias.

Pero el punto no está en el pecado, sino en la posibilidad que tienes de “no pecar”. No dejes que tu boca te lleve a decir cosas que te traigan problemas, ofensas o mentiras. No lo permitas, tú tienes el control, tú puedes cambiar la historia, tú puedes ir en otra dirección, dar vuelta el partido. No dejes, toma el control, lleva las riendas. No te rindas, busca a Dios y tómate un café con Dios y pide fuerzas para continuar el día.

¿Cuál es tu pecado más recurrente?

¿Qué hace que digas cosas sin sentido?

Es curioso que si lo piensas bien, la mayoría de nuestros pecados es por nuestra boca. La frase “el pez cae por la boca” se hace patente aquí, nuestra boca nos hace pecar y nos quedamos sin excusas, porque aunque alegues ignorancia, sabes que no es así. La ira de Dios contra nosotros y sufrimos las consecuencias.

Pero el punto no está en el pecado, sino en la posibilidad que tienes de “no pecar”. No dejes que tu boca te lleve a decir cosas que te traigan problemas, ofensas o mentiras. No lo permitas, tú tienes el control, tú puedes cambiar la historia, tú puedes ir en otra dirección, dar vuelta el partido. No dejes, toma el control, lleva las riendas. No te rindas, busca a Dios y tómate un café con Dios y pide fuerzas para continuar el día.

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