Creo que todos necesitamos ser sinceros y es mejor decir que no, a prometer y no cumplir. Dios detesta esta mala costumbre de hacer falsas promesas, crear falsas expectativas en los demás.

Pueden ser propuestas de trabajo, regalos o hasta sentimientos, jugar con el amor de alguien ilusionándole y no ser sincero. Mejor no digas nada, a dar el primer paso y luego retractarte.

Si ya has hecho estas promesas que no vas a poder cumplir, es mejor que vayas con humildad a estas personas y pidas perdón, o a Dios; si es a Él a quien prometiste algo y ahora no vas a cumplir. Es mejor un poco de vergüenza ahora a ser esclavo toda la vida de los compromisos falsos que hacemos.

¿Has prometido algo que no vas a poder cumplir?, anda antes esa persona y discúlpate, o a Dios y pide perdón por hacer promesas falsas. Tómate un café con Dios.