La guerra es una triste realidad en este mundo y causa gran destrucción y miseria. La Biblia enseña que tenemos el derecho a la defensa propia. Éxodo 22:2 dice: Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte.
La Biblia también dice que debemos proteger al inocente. Note lo que tenemos en Deuteronomio 19:10 para que no sea derramada sangre inocente en medio de la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y no seas culpado de derramamiento de sangre.Si aplicamos estos principios a la guerra, se podría concluir que una guerra es justificable cuando se trata de auto defensa o cuando se trata de proteger al inocente. En casos así, un creyente no estaría impedido de ir a la guerra. Se debe anotar también que la guerra no es un pecado en sí mismo por cuanto en el Antiguo Testamento, Dios ordenó a su pueblo a ir a la guerra. Números 33:50-53 dice: Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab junto al Jordán frente a Jericó, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán entrando en la tierra de Canaán, echaréis de delante de vosotros a todos los moradores del país, y destruiréis todos sus ídolos de piedra, y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos; y echaréis a los moradores de la tierra, y habitaréis en ella; porque yo os la he dado para que sea vuestra propiedad.
También, el Antiguo Testamento muestra que Dios usa la guerra como una forma de disciplina a las naciones. Amós 4:10 dice: Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, con cautiverio de vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová.
Jehová se llama a sí mismo como varón de guerra, quien hace guerra, contra el mal y contra sus enemigos. Éxodo 15:3-4 dice: Jehová es varón de guerra;  Jehová es su nombre. Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército;  Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.De todo esto se desprendería que ir a la guerra por parte de un creyente, no necesariamente es un pecado, cuando el motivo para la guerra es la defensa propia o la protección del inocente. Además de todo esto, los creyentes tienen la orden de someterse a las autoridades, quienes son establecidas por Dios. Estas autoridades entre otras cosas tienen la facultad de declarar una guerra y administrar justicia para sus ciudadanos. Note lo que dice Romanos 13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas