Quiero que me expliquen el significado de Juan 8:50

Con mucho gusto. Comencemos por dar lectura al texto que se encuentra en Juan 8:50, pero para tomar en cuenta al menos una parte del contexto, incluyamos el versículo 49. Leemos entonces lo siguiente: «Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca y juzga.»

Con estas palabras, el Señor Jesucristo respondió a algunos fariseos que de manera frontal y descarada estaban deshonrando su nombre. Estos fariseos acusaron a Jesús de mentiroso, de ser nacido de fornicación, de ser samaritano y por último de estar endemoniado.

Jesús responde a los ataques afirmando que su enseñanza no era de alguien que poseía un demonio, sino de alguien que buscaba honrar a su Padre. Los fariseos estaban deshonrando a alguien que estaba honrando a su Padre. Jesús estaba totalmente comprometido a cumplir con los intereses de su Padre en el cielo.

Es entonces cuando vienen las palabras de Jesús que son materia de esta consulta. Declara que él no busca su propia gloria. La deshonra de los fariseos hubiera preocupado a alguien que busca su propia gloria, pero Jesús no la buscaba, de modo que la deshonra de los fariseos no le lastimaba en lo más mínimo. Con anterioridad, en Juan 5:41 Jesús había declarado ya: «Gloria de hombres no recibo.»

Pero aunque Jesús no buscaba gloria para sí mismo, había alguien que buscaba gloria para él. Ese alguien era el Padre. A través de lo que el Señor Jesucristo hacía, el Padre estaba glorificando al Hijo, y además de glorificarlo, el Padre estaba juzgando a los fariseos que deshonraban al Hijo. Siempre será peligroso deshonrar a alguien que el Padre honra. Por eso es que en el versículo 51 Jesús dijo: «De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte».

Así que, Jesucristo no buscó su propia gloria por todo lo que hizo, como lamentablemente la buscan muchos de los que supuestamente hacen cosas maravillosas en la obra de Dios. Jesucristo busca la gloria del Padre y el Padre busca la gloria de Jesucristo y todo aquel que también glorifique a Jesucristo nunca verá muerte.