¿Es correcto que una pareja de creyentes use algún método anticonceptivo para planificar la familia? ¿No sería esto algo equivalente a cometer homicidio?

Permítame primeramente señalar que sobre el asunto de control de natalidad no ha existido consenso entre los estudiosos de la Biblia.

Existen muy buenos expositores bíblicos que creen fervientemente que las parejas no deberían usar ningún método anticonceptivo.

Otros igualmente buenos expositores bíblicos creen fervientemente que el único método anticonceptivo aprobado por Dios es el natural, que en esencia tiene que ver con abstención de relaciones sexuales en los días fértiles de la esposa.

Otros buenos expositores bíblicos creen fervientemente que el uso de métodos anticonceptivos es perfectamente aceptable siempre y cuando, tanto esposo como esposa, estén de acuerdo en su uso. Es decir, sobre este tema no está dicha la última palabra.

De modo que yo me limitaré a exponer los razonamientos de uno y otro bando con la finalidad de que Usted los analice cuidadosamente bajo la guía del Espíritu Santo y adopte su propia convicción personal sobre este tema.

Los que creen que las parejas no deberían usar ningún método anticonceptivo, fundamentan su posición diciendo que en Génesis 1:28 Dios ordenó al hombre a fructificar y multiplicarse, a llenar la tierra y a sojuzgarla. Este mandato jamás ha sido revocado por Dios, de modo que las parejas no deberían impedir la concepción de ninguna manera.

Los que creen que no hay problema con que las parejas usen algún método anticonceptivo refutan este razonamiento diciendo que este mandato fue dado por Dios cuando no había habitantes en el mundo. Pero ahora el mundo tiene exceso de población y por tanto ya no existe la necesidad de llenar el mundo.

En consecuencia las parejas pueden usar los métodos anticonceptivos que deseen para planificar la familia. Los que están en contra del uso de métodos anticonceptivos también toman textos como Salmo 127:3-4 donde dice: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.”

Luego de leer este texto, preguntan: ¿Quiere Usted ser bienaventurado? Como nadie quiere ser un desventurado, luego añaden: Muy bien, si Usted quiere ser bienaventurado, Usted debe llenar su aljaba de hijos. Así que, no es correcto utilizar cualquier método anticonceptivo para planificar la familia.

A este razonamiento argumentan los que están a favor del uso de anticonceptivos diciendo que no todos los grandes hombres de Dios, quienes verdaderamente fueron bienaventurados, llenaron de hijos sus aljabas. Mientras estuvo casado con Sara, Abraham tuvo solo un hijo de ella. Isaac igualmente tuvo solo dos hijos. José tuvo también solo dos hijos. Sin embargo, tanto Abraham como Isaac y José fueron bienaventurados.

Los que están en contra del uso de anticonceptivos también usan el caso de Onán en Génesis 38:9-10 para decir que Dios castigó a este hombre por usar un método anticonceptivo. Génesis 38:9-10 dice: “Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano. Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la vida.”

Los que están a favor del uso de anticonceptivos dicen: No. No es que Dios castigó a Onán por usar métodos anticonceptivos sino por su desobediencia. Sucede que Er, el hijo de Judá, se casó con una mujer que se llamaba Tamar. Por su maldad, Er murió sin tener hijos. Judá por tanto dijo a su segundo hijo, Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano. Esta era la costumbre en aquella época. Pero Onán no obedeció a su padre. Quería disfrutar del placer sexual con Tamar, pero no quería que Tamar conciba un hijo de él. Por eso vertía en tierra. A Dios desagradó esta conducta impropia de Onán y le quitó la vida. No se puede decir entonces que Onan perdió la vida porque usó un método anticonceptivo.

Los que están en contra del uso de anticonceptivos también usan el texto en 1 Corintios 7:5 donde dice: “No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.”

El no os neguéis el uno al otro lo entienden en el sentido de la concepción. Pero los que están a favor del uso de anticonceptivos dicen: No. Este texto no está hablando de la concepción sino del acto sexual, el cual puede o no implicar el uso de anticonceptivos.

Lo que está enseñando este texto es que los esposos no deben negarse a tener relaciones sexuales entre ellos, a no ser que sea por mutuo consentimiento y solo para dedicarse sosegadamente a la oración. La abstinencia sexual entre esposos puede poner a una pareja en una situación de desventaja con relación a las tentaciones sexuales orquestadas por Satanás.

Los que están a favor del uso de anticonceptivos también citan 1 Samuel 1:6 donde dice: “Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos”

Basándose en este texto, dicen que es Dios quien tiene el poder para cerrar o abrir la matriz de una mujer y que Dios no ha delegado esta responsabilidad al hombre. Pero los que favorecen el uso de anticonceptivos dicen: Aun usando anticonceptivos, Dios es quien tiene la última palabra en cuanto a concebir o no. Ningún método anticonceptivo es cien por ciento seguro. Así que el uso de anticonceptivos no atenta contra la soberanía de Dios para abrir o cerrar la matriz de una mujer.

Estos son algunos de los razonamientos de los que no aceptan el uso de anticonceptivos y de los que aceptan el uso de anticonceptivos.

Como Usted habrá notado no se puede ser dogmático en este asunto. En situaciones así, es decir en asuntos en los cuales la Biblia no se pronuncia claramente a favor o en contra es importante buscar la dirección del Espíritu Santo para adoptar una convicción personal que debe ser de mutuo acuerdo en la pareja. Mientras ora al Señor y busca su guía para adoptar una convicción sobre este asunto, es necesario que Usted tome en cuenta algunas ideas que le pueden ser útiles.

Por ejemplo, la explosión demográfica. Por supuesto que Dios está en control de todo lo que pasa en el mundo, pero tendríamos que ser ciegos para no ver que cada vez se va haciendo más difícil la provisión de alimentos para tanta gente en este mundo. A lo mejor es aconsejable no contribuir para una excesiva densidad de población en el mundo.

También debería tomar en cuenta que a medida que avanza el tiempo, las condiciones económicas de los países se van deteriorando aceleradamente. En la generación pasada no representaba mucha dificultad que un padre de familia provea para las necesidades de la casa con el sueldo que ganaba. Pero hoy en día no es así.

Quizá Usted habrá oído o Usted mismo habrá dicho: No hay sueldo que alcance. Siendo así, no sería prudente traer a este mundo un elevado número de hijos, porque a mayor número de hijos, mayores recursos económicos para atenderlos. Recuerde que cada hijo necesita comida, vestido, educación, recreación, cuidado médico, etc. Y cada cosa tiene su costo. Parecería más bien que el traer un hijo al mundo cada año, en estas condiciones raya en la irresponsabilidad.

Por supuesto que Dios es más que suficiente para proveer para todo lo que necesiten los hijos que él quiera dar, pero no abusemos de su generosidad. Sería bueno también tomar en cuenta que Dios quiere que las familias disfruten de gozo, paz, tranquilidad, confianza. Puede ser que un gran número de hijos represente un obstáculo para que una familia disfrute de estas bendiciones.

Así que, tome en cuenta al menos estos razonamientos y forme su convicción personal sobre este asunto, la cual debe ser de total acuerdo con su esposa.

Si decide que va a usar algún método anticonceptivo, no estará quebrantando ningún principio bíblico.

Si decide que no va a usar ningún método anticonceptivo, tampoco estará quebrantando ningún principio bíblico.

Su consulta también tenía que ver con que si el uso de algún método anticonceptivo es equivalente a cometer homicidio. No. Los métodos anticonceptivos de los cuales hemos estado hablando impiden la concepción. Es decir impiden que un óvulo sea fecundado por un espermatozoide y en esas condiciones todavía no se ha gestado vida en la matriz de una mujer. No puede por tanto haber homicidio. Es recomendable por tanto, evitar cualquier método abortivo de control de natalidad. Si Usted llega a la convicción que puede usar anticonceptivos, sería necesario que busque asesoramiento médico de modo que use un método que impida la concepción sin poner en riesgo la salud de su esposa.