Charles Haddon Spurgeon nació el 19 de Junio de 1834, en Kelveden, en el condado de Essex, Inglaterra. Desde muy tierno su madre le encaminó en las cosas de Dios, pero no fue sino hasta el 6 de Enero de 1950 cuando Charles H. Spurgeon lavó sus pecados en la sangre preciosa de Cristo.
Inmediatamente después de haber recibido a Cristo como su Salvador se bautizó y comenzó de inmediato a trabajar por el Señor enseñando una clase de niños en la escuela dominical, repartiendo tratados y visitando a los pebres. «No hay mejor tiempo para trabajar que las primeras horas del día, ni mejor tiempo para servir al Señor que los días tempranos de la juventud» solía decir. Se levantaba muy temprano para leer la palabra de Dios y para orar y luego pasaba el resto del día en sus estudios.
A los dieciséis años se inscribió en una escuela de predicadores y predicó su primer sermón en una casa rural cerca de Cambridge. La fama del muchacho predicador se extendió rápidamente. Pronto estaba predicando en capillas, casas, reuniones al aire libre, en trece poblados diferentes alrededor de Cambridge. Esto lo hacía por las tardes, después de cumplir con sus deberes escolares.
A los dieciocho años aceptó su primer pastorado en Waterbeach, a diez kilómetros de Cambridge. Allí permaneció dos años y medio. Cuando tenía diecinueve años, Spurgeon predicó en la Unión de Escuelas Dominicales en Cambridge. Los dirigentes, todos personas de mayor edad que él, lo criticaron severamente, diciendo que a él no le correspondía tratar de enseñar a sus mayores. Le dijeron que debía haberse quedado en su iglesia, por lo menos hasta que tuviera edad como para que le creciera la barba. No obstante, como resultado de ese mensaje recibió una invitación de parte de una iglesia en Londres.
El joven Spurgeon quedó tan sorprendido al recibir la invitación de una iglesia tan grande que escribió una carta diciéndoles que seguramente se habían equivocado. A vuelta de correo le vino la respuesta: La invitación es para Ud. mismo. No hay ningún error. Todavía perplejo hizo arreglos para predicar en la iglesia de la calle New Park el 18 de Diciembre de 1853. Fue recibido fríamente, y eso le hizo sentirse tentado, al último momento, de evadir la tarea.
Sin embargo, una vez que estuvo frente a la congregación se sintió más tranquilo. La asistencia no era muy numerosa. Había más o menos unas 80 personas presentes. La fama del maravilloso joven campesino se propagó el mismo día. Antes de que Spurgeon abandonara el recinto, había recibido la invitación de volver. Tan grande fue el éxito de su ministerio que el 25 de Enero fue invitado a ocupar el púlpito por seis meses, con miras a aceptar el pastorado permanentemente.
Antes de que se cumplieran los seis meses, los diáconos de la iglesia convocaron a una sesión especial, durante la cual la congregación acordó invitar a Spurgeon para que fuera su ministro permanente. Era un predicador tan popular que la gente se aglomeraba inclusive en las calles laterales para escuchar sus mensajes. El templo fue ampliado vez tras vez, pero al poco tiempo, nuevamente resultaba estrecho para la gente que concurría.
Cuando llegó a la iglesia de la calle New Park, en 1854, la membresía era de 232. Para fines de 1891 había bautizado a 14.460 personas y la membresía de la iglesia era de 5311.
Un domingo por la noche, cuando el salón estaba lleno hasta el tope, y había otras diez mil personas afuera, alguien dio alarma de incendio. Un terrible pánico se apoderó de la gente, y siete personas murieron atropelladas. Otras veintiocho quedaron gravemente heridas. Esta experiencia conmovió profundamente a Spurgeon. Quedó tan afligido, que pasó llorando toda la noche y todo el día siguiente.
No obstante, como consecuencia de ello, se convirtió en un predicador sobresaliente, y todo Londres quería oírle. Durante los siguientes tres años predicó a multitudes de más de diez mil personas todos los domingos. A la edad de veintidós años era el predicador más popular de su día. Se ha dicho que Charles Spurgeon tenía más de tres mil quinientos sermones distintos. Los sermones dominicales eran reproducidos en forma impresa y se vendían profusamente.
Además de sus tareas regulares como pastor y predicador, Spurgeon publicó un sermón por semana, comenzando en 1855 y también fundó un seminario para pastores. Su calidad como predicador dotado le valió el apodo de El Príncipe de los Predicadores. Estableció un círculo de escuelas dominicales e iglesias, era presidente de una sociedad para la distribución de Biblias y tratados, y estableció el orfanato de Stockwell con diez casas en las que podía acomodar a unos quinientos niños.
Spurgeon predicó su último sermón el 7 de Junio de 1891, tenía solamente cincuenta y seis años de edad, pero estaba sumamente extenuado. El 31 de Enero de 1892, después de cuarenta años en el ministerio, Charles Haddon Spurgeon se fue para estar con su Señor.