Hijo del Hombre es el título preferido del Señor Jesucristo cada vez que tuvo que referirse a sí mismo. En la versión Reina Valera, revisión 1960 aparece 88 veces. En la versión Reina Valera, revisión 1995 aparece 87 veces. El título Hijo del Hombre reviste caracteres de suma importancia que tiene implicaciones eternas.
En esencia, una vez que concluya el reino futuro liderado por el Anticristo, tomará el reino uno como hijo de hombre, según la profecía en Daniel 7, para establecer para siempre un reino majestuoso.
La gran pregunta es: ¿Quién es este como hijo de hombre? La respuesta aparece en el Nuevo Testamento. El Señor Jesús estaba apenas en los inicios de su ministerio público en este mundo. Algunos estaban siguiéndole. Unos eran sinceros, otros le seguían por interés. Es así como vino a Jesús un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.
La respuesta de Jesús a este escriba fue de lo más interesante. Conociendo el corazón de este escriba, Jesús le dijo lo que tenemos en Mateo 8:20 “Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza”
Hablando sobre sí mismo, Jesús utiliza por primera vez el título Hijo del Hombre en el libro de Mateo, el cual se ajusta a la descripción que Daniel hizo en su visión cuando vio a uno como hijo de hombre que venía con las nubes del cielo para recibir el reino eterno de las manos del Anciano de días, o de Dios Padre.
La conclusión es muy obvia, el título Hijo del Hombre que Jesús utilizó con tanta frecuencia para hablar de sí mismo durante su ministerio terrenal significa que él es el cumplimiento de la visión que tuvo Daniel. Él es el aquel que va a recibir de las manos de su Padre, el reino glorioso y eterno en la consumación de las cosas presentes. El apóstol Juan provee algunos detalles de la gloriosa aparición de Jesucristo en su segunda venida.
Note lo que dice Apocalipsis 1:7 “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén” Daniel en su visión, también vio a aquel personaje como hijo de hombre, viniendo con las nubes del cielo.
De modo que, Hijo del Hombre, aplicado a Jesucristo significa que él es el legítimo monarca del reino preparado por Dios el Padre para ser establecido en el cumplimiento de los tiempos. Él mismo lo reconoció así cuando dijo lo siguiente según Mateo 24:30 “Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”
En el Nuevo Testamento existe una cantidad de títulos para Jesús. El título Hijo de Dios nos habla de su deidad, nos habla de su humanidad. El título Hijo de David, nos habla de su ascendencia judía. A
l pensar en el Hijo del Hombre debemos meditar sobre su amor a la humanidad, al punto de hacerse hombre para poder tomar el lugar de los hombres para recibir el castigo por el pecado. Debemos meditar también en que él probó la muerte para que nosotros probemos la vida.
Debemos meditar además en que él fue desamparado de su Padre para que nosotros podamos ser amparados por su Padre. Todo esto lo hizo posible el Hijo del Hombre.