Una nueva tendencia de los consumidores de series es seguir en Netflix, preferiblemente, todas aquellas cuyos protagonistas son llamativamente zombis. The Walking Dead es, en efecto, la primera serie zombi televisiva de la historia y recoge las principales características de su literatura: las personas que se mueren reviven poseídos en una especie de trance salvaje y hambrientas de carne humana. Los humanos se ven forzados a vivir en un mundo que ha cambiado sus reglas y que se revela más salvaje y hostil que nunca, no solo por el acecho de los zombis sino por el resto de las personas que ahora compiten entre sí para sobrevivir sin recursos. Lo zombi comienza entonces a transformarse en una categoría (filosófica o sociológica) que permite por ejemplo abordar muchos de los fenómenos que inquietan a los filósofos (pero también a los no filósofos): la muerte, el consumo, la convivencia social en un Estado carente de leyes, la situación del hombre, la humanidad del hombre en contextos apocalípticos. Esta curiosidad existencial del hombre por saber qué hay mas allá de la muerte y querer vencerla se hace evidente en la tendencia. FALTA LA FERFERENCIA DEL AUTOR DE LA FRASE ANTERIOR. Si Hollywood hubiese estado en la época de Jesús, no hubiera dudado en rodar una película con el hijo de la viuda de una ciudad llamada Nain como protagonista muerto vivo.
Jesús detiene una caravana de muerte cuyo destino era el cementerio. Comprende el dolor de una madre viuda yendo delante de esta procesión y llorando ahora a su único hijo también muerto. Toca el féretro y devuelve a la vida a este joven. ¡Lo resucita! Por supuesto que Jesús no tenía ninguna intención de rodar una serie zombi. El único propósito de este milagro era demostrar que Él es la resurrección y la vida. Nuestra esperanza no está en una futura resucitación, sino en tener vida eterna en Jesús como así también un presente transformado por su poder. Hoy puede ser el mejor día para cambiar de caravana y dirigirte hacia la vida.
El hijo de esta mujer no se convirtió en un muerto vivo, sino en un vivo con Más vida.