Las palabras no siempre se traducen fácilmente de un idioma a otro. Lo que permite que las palabras se traduzcan no es que tengan equivalencias exactas, sino que cada palabra tenga su “área de significado”. Se puede demostrar esto por medio de la comparación entre la palabra “coche” con su equivalente inglés: “coach”.
Entre los varios significados de la palabra española, “coche” puede significar un taxi, un carro de mano para carga, y en el Estado de Chiapas, México, un puerco. La palabra inglesa “coach” puede significar una diligencia, un cochecito para niños, un carro de ferrocarril, o el instructor de un equipo deportivo. Por esto, no será correcto en todo caso traducir la palabra “coche” usando la palabra “coach” en inglés.
Sin embargo, las dos palabras tienen algo en común: la idea de un carro. Por esto, las palabras usadas al momento de la traducción en cualquier idioma, no representan necesariamente el sentido exacto de las palabras del texto original. Tampoco siempre incluyen todo lo que las palabras del texto significaban en el idioma original.
Algunas personas han dicho que sin un conocimiento amplio de los idiomas, nadie debe considerarse intérprete de un texto.
Aunque esta afirmación es claramente una exageración, encierra una verdad importante: que es preciso entender el significado de las palabras originales si deseamos ser fieles al texto genuino.
En varias partes de las sagradas escrituras se nos dice que Dios, habiendo hablado varias veces, de diferentes formas y en distintas épocas a los hombres, en nuestra era cristiana ha decidido comunicarse a través de, o en forma de Hijo.
Y lo pongo con mayúsculas intencionalmente. Sí. La persona del Hijo encarnado de Dios, Jesucristo es la revelación exacta de la mente de Dios. Es La Palabra de Dios, es su máxima expresión. Si es Dios el sustantivo, Jesús es su Verbo. Es en este contexto que Él mismo dijo, estando aun en vida terrenal: “el que me ha visto a mí, ha visto al Padre. Yo y el Padre, una cosa somos”.
Si andas en busca de Dios acude a Cristo.
Él es la versión original del Padre, fielmente traducida a nuestro lenguaje humano.
Pensamiento del día:
El que tiene al Hijo, tiene al Padre. (Jesús)