“Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos”. Salmo 23:5
Otra traducción de esta porción de la Biblia dice: “Aderezas mesa delante de mi…” Para entender esta afirmación del salmista en importante tener en mente qué es lo que él como pastor de ovejas experimentado, estaba queriendo describir de su relación con Jesús.
En las mejores regiones de pastoreo del mundo, a los altiplanos seguros para el pastaje, se les llama “Mesa”. El pastor responsable y cuidadoso de sus ovejas, siempre se adelanta al verano donde el clima es propicio para llevar a su ganado y PREPARA LA MESA.
Lleva consigo sal y minerales para distribuirlos en puntos estratégicos del prado para beneficio de las ovejas durante el verano.
Se fija si hay brotes de hierbas venenosas, y si los hay, planea el apacentamiento de tal manera que los evite. Las liliáceas azules y blancas ofrecen un hermoso panorama en primavera, cuando florecen; pero son una amenaza mortal para las ovejas.
Si los corderos, las prueban, sucumben hacia sus tóxicos. (del libro la vida en el redil)
Escenas así rondaban por la mente de David cuando escribía este salmo. Podía imaginarse a Jesús, caminando delante de él preparando el lugar seguro y cuidándolo de enemigos no solo con malezas sino con fieras que podían llegar a atacarlo.
¡Que hermosa imagen para que tengamos presente al comenzar cada día! ¡Por más que nuestros duros corazones y obstinadas voluntades quieran ir “probando” por ahí lo que no nos conviene y puede intoxicarnos el alma, Jesús se adelantó para cuidarnos!
Pero otra enseñanza está ligada íntimamente a un Dios que provee y que asegura nuestro pan, nuestro alimento. No solamente el material sino el espiritual.
Dispone banquetes en los que Él mismo se ofrece como pan de vida partido y derramado por amor a nosotros como lo expresó al morir en una cruz dándose a sí mismo por completo.
Pensamiento del día:
Nuestras necesidades nunca agotarán la provisión divina.