Una de las palabras que usa la Biblia para referirse a la iniciativa de Dios en recuperar la relación perdida con sus criaturas es: Reconciliación. Básicamente significa: cambio, cambiar.
Pero ¿qué cambio tan radical ocurrió entre Dios y los hombres, y cuándo?… Hace algo más de 2.000 años, en un monte con forma de calavera, el Hijo de Dios pendía inerte entre la tierra y el cielo.
Su muerte persiste hasta hoy como un monumento de la iniciativa divina en cambiar radicalmente la ruta de acceso hacia su presencia.
Antes de la cruz esa ruta se veía obstruida por la presencia del pecado. Toda transgresión hecha por el hombre y la mujer de todas las edades. Desde entonces todo cambió. Hoy tenemos libre acceso por su gracia al mismísimo trono de Dios para obtener, en actitud humilde, el oportuno socorro.
Algunos aprovechan la invitación y disfrutan de su compañía aun en medio de las tormentas de sus vidas. Otros no se atreven a cruzarlo, otros aún no saben que el camino ya está abierto. El hecho trascendental es que ya todo cambió. Ahora podemos acercarnos al Padre porque Él ya nos reconcilió.
Su ira se aplacó. La deuda se pagó, su santidad fue vindicada por Cristo. Pero esta amistad con el Creador también trae amistad entre las criaturas, y esta es la otra parte atractiva de la oferta de Dios. Cuando te reconcilias con Dios estás capacitado para reconciliarte con tu prójimo, sea tu cónyuge, tu vecino, tus hijos, amigos, Etc.
De otra manera todo intento de amistad entre las criaturas es una utopía sino media la amistad con el Creador. ¿Por qué piensas que nunca cesan las guerras? No es por la variante del precio del petróleo ni es por cuestiones de fronteras. La causa principal es la enemistad con Dios. ¿Por qué piensas que no cesan los divorcios?
No es por la división de los bienes, ni por los hijos, ni por los celos, la causa principal es que el ser humano se ha divorciado de Dios. Como ves estamos al revés. Amígate con Dios y verás todo tu mundo cambiar.
Pensamiento del día:
Aunque Dios ya se amigó con el hombre, el hombre sigue peleado con Dios. De ahí las peleas entre ellos.