El ganador más joven en la historia del abierto de tenis de los Estados Unidos fue Pete Sampras, con tan solo 19 años de edad. Cuando le preguntaron, en una conferencia de prensa antes del partido, acerca del secreto de su éxito, él respondió con toda seguridad ¨Siempre he admirado a las viejas glorias del tenis. Las he estudiado, seguí todos sus movimientos y aprendí de ellos¨. Hoy, Sampras es recordado como uno de los mejores tenistas de la historia.
En el difícil proceso de constituirse persona, el ser humano va tomando modelos de quienes identificarse. Las primeras identificaciones son los padres o aquellas figuras que oficiaron de padres y cuidadores. Pero luego, crecemos y seguimos buscando referentes, modelos a seguir. En la adolescencia, se acrecienta la necesidad de proyectar admiración por ciertas amistades o personajes famosos. Esto ocurre quizá por la desesperada búsqueda de separarse de los padres o por el solo hecho de estar creciendo. Se imitan modas. Se copian ciertos rasgos de identidad, hasta tener seguridad personal y un estilo propio.
Cuando somos adultos, también son importantes esos referentes. ¿Cuáles son tus modelos a seguir? ¿Quiénes te motivan? ¿A quién pones por delante a la hora de empezar algún proyecto o desafío?… Lamentablemente, muchas personas se aferran a modelos equivocados. Siguen las pisadas de otros que guían hacia el error y de esa manera perecen tras las mismas consecuencias. ¿Cuáles son aquellas viejas glorias que estás observando? Busca buenos consejos. Prosigue la Verdad. Busca referentes sanos y piadosos para que tu vida también se contagie de eso. Cuando tenemos por delante ese empuje, la meta estará más clara y será más fácil llegar a buen puerto. El apóstol Pablo, tenía muy en claro la importancia de elegir bien a quien poner por delante. Por eso, dice: “corramos la carrera de la vida, puestos los ojos en Jesús, autor y consumador de nuestra fe”. Más allá de aquellas buenas personas que pueden presidirte, no descuides enfocar tu mirada en Jesús. Si hay un ejemplo perfecto… Es Él
“El ejemplo no es lo que más influencia a personas. ¡Es lo único!”