Cierta fábula cuenta la conversación que mantuvieron el águila y el león refiriéndose a su amigo: el murciélago.
El águila se quejaba diciendo: “No lo entiendo a este murciélago. ¡Es insoportable! Se mezcla con los pájaros alegando que también él vuela.
Pero cuando le conviene alude a su hocico y dice no tener pico; por lo tanto, no pertenece a las aves. Así, cuando está entre pájaros, muestra sus alas; y cuando entre los de tu reino, los cuadrúpedos, muestra su hocico. ¿Es o no es?” El león respondió: “Tienes razón.
Tampoco yo dejaré que se junte con mis semejantes. En mi reino no entra más” “Pues en mi reino tampoco”, dijo el águila. Así, desde aquel día, el murciélago vaga solo por las noches, emitiendo su mudo chillido de tristeza, denunciando una profunda crisis de identidad.
Cierto joven cristiano se sintió identificado con esta historia. Él frecuentaba a clubes nocturnos aunque se abstenía de cualquier práctica pecaminosa, que de hecho, abundan en aquél lugar. Sólo se ocupaba de pasar música. Era el discjockey. Cumplía con su trabajo y se iba a su casa.
Un día, sus amigos le reprocharon el no participar en nada de lo que ellos hacían en el club. “Tú no eres de nosotros, eres distinto, tu presencia nos incomoda. Vete, por favor.”
¿Sabes? En Mateo 6:24 dice: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro”.
Muchos hoy dicen estar con Dios, pero cuando les conviene, participan de las obras del diablo. A Dios no se le puede engañar. Él ve los frutos que otros no ven y por sus frutos se conoce el árbol. Debes jugarte por lo que crees y tú sabes que creer en Dios es la base para una vida estable y feliz.
Andar hoy con Dios y mañana con el diablo no es negocio.
Alguien dijo que si a Dios no le has dado todo, aún no le has dado nada. Si no te defines estarás como el murciélago: SOLO.
PENSAMIENTO DEL DÍA:
SI AÚN NO LE HAS DADO TODO A DIOS… AÚN NO LE HAS DADO NADA.