Betesda o ¨Casa de la gracia¨, es una ciudad de la antigua Jerusalén.
Había allí un estanque muy particular. Los enfermos esperaban ser sanados cuando el agua de dicho estanque se agitaba.
No sabemos bien los detalles de dicho fenómeno, pero la ciencia demuestra también la existencia de dicho lugar. En 1888 se desenterró el área total, dejando al descubierto dos estanques de gran tamaño con cinco pórticos y numerosos fragmentos de columnas y capiteles.
Había escalones empinados en forma de espiral que conducían a la parte de abajo donde se encontraban los estanques. En una pared de uno de los pórticos había un fresco borroso de un ángel agitando el agua.
Aquí estaba situada Betesda, según la tradición de la Iglesia primitiva. Jesús, durante su ministerio en la Tierra, pasa por el lugar y entre tantos enfermos, detiene su atención en uno que hacía 38 años padecía postrado, esperando que alguien lo ayudara a bajar por las escaleras hasta el agua. Toda una vida esperando la ayuda hasta que Jesús pasa y hace la diferencia.
El hombre es sanado y su vida recupera sentido por primera vez en años.
Así también nosotros, pasamos por al lado de muchas personas cada día. Pero… ¿marcamos la diferencia? Muchos a nuestro alrededor están esperando nuestra ayuda.
Implica detenernos un momento y enfocarnos más allá de nosotros y de nuestros intereses para ampliar la visión ante las necesidades más cercanas.
Una palabra de ánimo, un gesto de amor, una ayuda desinteresada, una llamada por teléfono u otras simples acciones pueden hoy devolver la humanidad a personas que están cerca de ti. ¿Por qué no lo intentas? Verás que Dios puede todavía hacer milagros.
Hay personas que nos hablan y ni las escuchamos… hay personas que nos hieren y nos dejan cicatriz… pero hay personas que simplemente aparecen en nuestra vida y nos marcan para siempre.
Pensamiento del día :
Muchos a nuestro alrededor están esperando nuestra ayuda.