Para los amantes de la fotografía, cada instante puede ser una oportunidad de capturarlo.
Admiro a quienes tienen esa capacidad de ver más allá de lo que uno ve y tomar imágenes sorprendentes. Hace unos años la revista Time publicó un artículo interesante.
El mismo decía “Fotos que cambiaron la historia”. Una selección de 100 imágenes que fueron, en distintas épocas, puntos de quiebre para la experiencia humana. Algunas han sido una verdadera protesta social contra el trabajo infantil a principios del 1900.
Otras registraron el horror de las guerras y la gran depresión de los años 30. Los Beatles, el Che Guevara, Salvador Allende y otros personajes famosos cuelgan de la galería más importante del álbum.
Desde el momento de la llegada del hombre a la Luna, hasta el registro de un niño sirio, Alan Kurdi, caído en las costas de Grecia, en el fallido intento de alcanzar refugio en Europa. Todo, todo está ahí. Marcando las proezas, pero también la decadencia de una humanidad que transcurre en la historia.
Sin embargo, falta una fotografía fundamental. La fotografía que cambió mi historia, la de millones de seres humanos en todo el universo y la que puede cambiar TU historia también.
Es la de la Cruz de Jesús hace más de 2000 años. Por supuesto, fue imposible capturar dicha imagen; pero no por eso falta registro. La Biblia describe el sentido, el propósito y la finalidad de la Cruz. En ella, Cristo murió por nosotros, por nuestro beneficio.
Murió para llevarnos a Dios el Padre. Era la Única manera de establecer una relación basada en el perdón de pecados. En la cruz, Dios pagó Él mismo por medio de Cristo, nuestra deuda a causa de nuestra desobediencia y de habernos alejado de Su voluntad. Su muerte y Resurrección son los hechos más importantes de la humanidad, porque por medio de esto, se abre un nuevo pacto entre Dios y los hombres.
La Cruz es muerte y es Vida. Es amor y perdón.
Es Gracia inmerecida y oportunidad para todos aquellos que se entregan y reciben Su perdón ¿Saldrás en la fotografía?
Pensamiento del día:
Dios demostró Su amor en la Cruz. Cuando Jesús fue crucificado, Dios decía al mundo:” Te amo” (Billy Graham)