Los problemas espirituales, filosóficos y emocionales aparecen hoy en día como una epidemia.
Entender el sentido de la vida y del sufrimiento sumerge a muchas personas en la desesperación o en caminos y elecciones equivocadas.
Buscan respuesta donde no las hay o sentido en lo que no lo tiene. Al final, quedan más confundidas, enojadas con sus destinos o vacías de significados. Intentan así completar lo que falta con cosas, poder, sustancias o relaciones sentimentales a las que se apegan desesperadamente.
Los conflictos y el vacío espiritual son factores determinantes en el rumbo hacia donde dirigimos nuestras vidas. El doctor, Seward Hilttner escribe: ”La gente puede enfermarse emocionalmente no solo por la existencia de frustraciones inmediatas sino también porque está preocupada por el significado de su vida y su destino”
A pesar de que no parezca tan obvio, o que se esconda de la superficie, lo espiritual atraviesa toda la experiencia humana.
Quizá tú también te has preguntado muchas veces ¿Cómo entender tu vida y explicar lo que te ocurre? O te cuestiones acerca de tu relación con la eternidad, con la vida o con la muerte ¿Dónde depositas tu fe? ¿Cómo enfrentas las crisis existenciales? Estas y tantas otras preguntas, pueden inquietar tu espíritu y aun no haber encontrado respuesta.
La oración, la meditación y la Verdad de la Palabra de Dios pueden darte respuestas y sentidos reales y eternos. Dice Dios que de Su plenitud podemos tomar “Todos” porque en Él estamos completos.
La única manera constructiva de encarar nuestros problemas espirituales es actualizando la imagen de Dios, conociendo Su Persona y Su amor por todos los seres humanos. Solo este descubrimiento nos da certeza interior de quienes somos y del sentido de la vida ahora y hasta la eternidad.
PENSAMIENTO DEL DÍA:
Busquemos en Dios las respuestas y encontraremos no solamente respuestas sino sentido, seguridad y esperanza.
La duda existencial va desapareciendo en la medida en que encontramos la eternidad en Dios.