La palabra apócrifo tiene sus raíces en la palabra griega “apócrufos” que literalmente significa oculto o secreto.
Cuando se habla de libros apócrifos se está haciendo referencia a un grupo de libros cuyos autores, fechas de escritura y propósito están rodeados por una espesa capa de duda e incertidumbre.
También se los conoce como libros deuterocanónicos, en una clara alusión a su calidad inferior con respecto a los libros canónicos, o del primer canon. Deuterocanónico significa de un segundo canon.
La iglesia católico romana no decretó la canonicidad de los libros apócrifos sino hasta el Concilio de Trento como una reacción a la Reforma protestante. Al canonizar los libros apócrifos, estaban haciendo uso de su supuesta autoridad en asuntos doctrinales.
En los libros apócrifos existen varias afirmaciones que contradicen cosas que aparecen en los libros canónicos. Por ejemplo, considere lo que dice el libro apócrifo llamado 2ª Macabeos 12:45 “Pero, como tenía en cuenta que a los que morían piadosamente los aguardaba una gran recompensa, su intención era santa y piadosa. Por esto hizo ofrecer ese sacrificio por los muertos, para que Dios les perdonara su pecado”
Según este texto en este libro apócrifo, es válido hacer sacrificio por los muertos, para que Dios les perdone su pecado, pero note lo que dice Hebreos 9:27 donde leemos: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”
Después de la muerte no existe más oportunidad de salvación. Lo único que espera es el juicio. Inútil es por tanto ofrecer sacrificio por los muertos. Lo que dice el texto en el libro apócrifo contradice lo que dice el texto en el libro canónico.
Otro ejemplo, en el libro apócrifo de Judit, encontramos a Judit haciendo una oración a Dios pidiendo que le ayude a engañar a sus enemigos. Observe lo que dice en Judit 9:13 “dame palabras para poder engañarlos y causarles el desastre y la muerte, pues tienen planes perversos contra tu alianza, contra el templo consagrado a ti, contra el monte de Sión y contra la ciudad que es hogar y propiedad de tus hijos”
El fin que tenía en mente Judit, era bueno, pero un buen fin no se consigue a través de un mal medio. Engañar siempre es pecado.
Finalmente se nota la falta de autoridad en los libros apócrifos. Por ejemplo, mire la manera como termina el libro de 2 Macabeos. Leo en 2ª Macabeos 15:37-38 donde dice: “Así sucedieron las cosas relativas a Nicanor; desde entonces la ciudad ha estado en poder de los hebreos. Y yo termino aquí mi narración. Si está bien escrita y ordenada, esto fue lo que me propuse. Si es mediocre y sin valor, solo eso fue lo que pude hacer. ¿Qué le parece? Si 2ª Macabeos fuera un libro inspirado por Dios, ¿Piensa que Dios tendría dudas sobre si lo que ha escrito es mediocre y sin valor? ¿Piensa que Dios se disculparía ante los lectores diciendo cosas como: Sólo eso fue lo que pude hacer? Definitivamente no. Por eso es que los libros apócrifos no aparecen en las Biblias llamadas protestantes, aunque mejor sería llamarlas Biblias que no contienen los libros apócrifos o deuterocanónicos, los cuales fueron añadidos por la iglesia Católico Romana.