La parábola de las diez vírgenes y la parábola de los talentos se encuentran en el capítulo 25 del Evangelio según Mateo. Tratemos ahora de ubicar el contexto de este capítulo de Mateo. Si observa con detenimiento, encontrará que la sección donde se encuentra Mateo 25 comienza en Mateo 24:3 en donde leemos lo siguiente
«Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo?”
En su primera venida, el Señor Jesús había muerto y había resucitado y estaba a punto de ascender al cielo. En algún momento había anunciado que si se iba al cielo era para volver otra vez. Los discípulos por tanto estaban muy perplejos sobre el tiempo cuando Jesús vendría por segunda vez. Por eso fue que le hicieron esa pregunta crucial: ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo? Jesús no quería dejar sin respuesta a sus discípulos y fue así como a partir de Mt.24:4 comenzó a responder la inquietud de sus discípulos. La respuesta de Jesús va hasta el final del capítulo 25. podemos decir entonces, que Mt.24 y 25 tienen que ver principalmente con los eventos que anteceden a la segunda venida de Cristo. Ahora bien, antes de la segunda venida de Cristo, tendrá lugar el arrebatamiento de la iglesia e inmediatamente después de esto, se iniciará sobre la tierra lo que la Biblia llama la Tribulación. Cristo vendrá por segunda vez al final de la Tribulación. Los eventos inmediatamente anteriores a la segunda venida de Cristo, descritos en los capítulos 24 y 25 de Mateo, se inscriben por tanto dentro de lo que se llama la Tribulación. Siendo que el Arrebatamiento de la iglesia precede a la tribulación, la iglesia estará ausente de la tierra durante la tribulación. Esto significa que los capítulos 24 y 25 de Mateo no se aplican a la iglesia. Este razonamiento es corroborado por lo que dice Mt.25:1 al introducir la parábola de las diez vírgenes. Mateo 25:1 dice:
«Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.»
El entonces, con que se inicia este texto, claramente coloca a esta parábola en el tiempo inmediatamente anterior a la segunda venida de Cristo. Lo mismo podemos decir sobre la parábola de los talentos, ubicando esta parábola en el tiempo inmediatamente anterior a la segunda venida de Cristo cuando la iglesia ya estará con el Señor en la gloria. Sin embargo, es válido el extraer aplicaciones secundarias, podríamos decir, de estas parábolas para aplicarlas a la iglesia. Siempre será beneficioso para la iglesia el permanecer alerta ante la inminencia del arrebatamiento que precede a la segunda venida de Cristo. La parábola de las diez vírgenes ilustra este hecho. Siempre será beneficioso para la iglesia que sus miembros sean buenos administradores de lo que Dios nos ha dado para beneficio del reino de Dios, lo cual es ilustrado en la parábola de los talentos. Pero la interpretación estricta de estas parábolas demanda su aplicación directa a los creyentes que se conviertan durante la tribulación, una vez que la iglesia ya haya sido arrebatada por el Señor.