Gracias por su pregunta. La palabra Seol aparece exclusivamente en el Antiguo Testamento. Es una palabra hebrea. La palabra Seol básicamente denota el mundo de los muertos o la esfera de los muertos. A veces se usa esta palabra para hablar del sepulcro, a veces se usa esta palabra para hablar de la muerte, a veces se usa esta palabra para hablar de un pozo o cisterna. Todo depende del contexto. La palabra Seol del idioma hebreo halla su equivalente en la palabra Hades en el idioma griego del Nuevo Testamento. Note lo que dice Lucas 16:19-31 acerca del Hades. Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,
y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.
De esta historia relatada por el Señor Jesucristo, acerca del rico y Lázaro, se desprende que el Hades tenía dos divisiones separadas por una gran sima o un abismo sin fondo, de modo que no se podía pasar de una a otra división. Una de estas divisiones se llamaba el seno de Abraham y era un lugar de bendición reservado para las personas que habían salido de este mundo habiendo arreglado el problema de pecado con Dios.
La otra división, se llamaba simplemente Hades y era un lugar de tormento, en el cual están los que murieron sin jamás haber arreglado su problema de pecado con Dios. Están allí, en estado incorpóreo, sufriendo tormento en fuego. En algún día todavía futuro, el Hades entregará los muertos, esto es que resucitarán, para presentarse ante el juicio del gran trono blanco, luego del cual serán arrojados al tormento eterno en fuego en el infierno o en el lago de fuego.