Según Hechos 1:1-2, se escribió un tratado con todas las cosas que Jesús hizo y enseñó, pero según Juan 21:25, ni aún en el mundo cabrían los libros si se tuviera que escribir todo lo que Jesús hizo y enseñó. Explíqueme esta contradicción.
Vamos a dar lectura al texto que se encuentra en Hechos 1:1-2. «En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido»
Para comprender a cabalidad lo que hemos leído es necesario reconocer que el libro de Hechos fue escrito por Lucas, el médico amado, compañero de ministerio de Pablo.
Siendo así, entonces, el primer tratado al que hace referencia Lucas en la introducción del libro de los Hechos, debe ser el Evangelio escrito por el mismo autor, es decir el Evangelio de Lucas.
En este Evangelio, Lucas habló acerca de todas las cosas que Jesús comenzó tanto a hacer como enseñar hasta el día cuando Jesús ascendió a la gloria de su Padre. Esto significa que Jesús enseño a sus discípulos tanto de palabra como de obra.
Un rápido vistazo del Evangelio de Lucas confirma esta aseveración cuando vemos que comienza relatando el nacimiento de Juan el Bautista, precursor de Jesús, pasa luego a relatar el nacimiento de Jesús, su crecimiento, su ministerio público, su muerte, su resurrección y termina con su ascensión.
Muy bien. Ahora vayamos a la cita de Juan 21:25 donde dice: «Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.»
Lo que está diciendo Juan al cerrar su Evangelio, es que su intención no ha sido hacer un recuento detallado de cada cosa que hizo Jesús, sino mostrar los eventos más importantes de la vida de Jesús, pertinentes al propósito que tenía en mente. Recuerde que el propósito de Juan al escribir el Evangelio era mostrar que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios.
Juan 20:30-31 dice: «Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.»
Pero volviendo al hecho que Juan no escribió en su Evangelio todas las cosas que hizo Jesús, Juan hace una acotación muy interesante. Dice: Las cuales, se entiende todas las cosas que hizo Jesús, si se escribieran una por una, pienso que ni aún en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir.
Juan está hablando en un lenguaje hiperbólico. Esta es una manera muy válida de comunicar cosas. Lo que Juan está diciendo es: Jesús hizo tantas otras cosas que yo no he registrado en mi libro, que si hubiera tenido que escribir todo lo que hizo, hubiera sido un gran trabajo para mí y los escritos hubieran ocupado un gran número de libros.
Así que no hay contradicción entre la declaración de Lucas en cuanto a que en su Evangelio, escribió todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar hasta el día en que fue recibido en el cielo y la declaración hiperbólica de Juan cuando dijo que si hubiera escrito todas las cosas que hizo Jesús una por una, los libros habrían sido tantos que no cabrían en todo el mundo.