Cuando comenzamos un ministerio o programa, realmente nos cuesta enfocarnos en el orden de prioridades.
Tratamos de llenar los huecos, invertimos muchos recursos en cosas que son llamativas antes de afirmar ciertas cosas prioritarias.
Cuando Nehemías terminó de reconstruir el muro, o sea, aquello que iba a proteger a la ciudad; luego que colocó las puertas, lo que permite que entre o no ciertas cosas; recién puso los porteros, cantores y levitas.
He vistos ministerios que antes de tener un buen programa evangelístico o de enseñanza o de consejería tiene un gran equipo de sonido o multimedia porque piensan lo visual va a ser atrayente para los de afuera.
Y sí, puede que lo visual sea importante, pero realmente no es prioritario, sino el trabajo en la vida de las personas. Ellas son las que necesitan atención inmediata y diversa, no necesitan un show para sentirse divertido, sino que sean ministrados.
Y en tu propia vida, ¿tienes levantados tus muros y puestas las puertas? ¿tienes aquello que protege tu vida de los ataques del enemigo?
Busca tu refugio en Dios, no dejes que nada quite lo importante de tu vida.