¿Qué interpretación le dan ustedes a Génesis 2:18-22? ¿Cuál fue el propósito de Dios al crear primero a los animales, como una posible ayuda idónea para el hombre y luego darse cuenta que no era así y es entonces cuando decide crear a la mujer? Les pregunto: ¿se equivocó Dios? Yo estoy segura que Dios no se equivoca porque Él es infalible y todo lo sabe. Pero entonces, ¿Cuál es la enseñanza que nosotros debemos aprender de este pasaje?
En la creación vemos que Dios es un Dios de orden. Dios va creando las cosas ordenadamente. El orden, si bien es lógico, depende en último término de la voluntad soberana de Dios. Dentro de este orden, aparece la creación del ser humano, como el último acto creativo de Dios, como dando a entender que la creación del ser humano fue la última pincelada, el último toque de la majestuosa creación de Dios. Además, Dios siempre tuvo en mente que el hombre sea amo y señor de todo lo que Dios creara, así que primero tuvo que crear todo, antes de crear al hombre. Entre lo creado antes del hombre, están ciertamente los animales.
Con esto en mente, leamos el pasaje bíblico que es materia de su consulta. Se encuentra en Génesis 2:18-22. La Biblia dice: Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
Usted está pensando que la idea original de Dios tal vez fue encontrar entre los animales la ayuda idónea para el hombre. Esto no tiene asidero porque Dios conoce absolutamente todo y de ninguna manera Dios pudo haber pensado que algún animal podría ser la ayuda idónea para el hombre. Más congruente con el carácter de Dios sería pensar que Dios creó primero a los animales, para que el hombre sepa que cada especie viva necesita de un complemento de la misma especie, pero del sexo opuesto para estar completa. Cuando el hombre ponía nombre a los animales, los animales siempre se presentaban ante él en pareja, un macho y una hembra. Al finalizar su trabajo de dar nombre a los animales, debe haber sido muy obvio para el hombre, que él estaba incompleto por cuanto le faltaba su pareja del sexo opuesto. Dios estaba de acuerdo con eso y por ese motivo dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Adán sabía que para estar completo necesitaba de una pareja de la misma especie del sexo opuesto. La ayuda idónea era la mujer que Dios hizo de la costilla del hombre. El hombre sin la mujer está incompleto, la mujer sin el hombre está incompleta. Entre los dos se complementan.