La cultura gótica, como movimiento moderno, empezó desde que se impuso la música Rock y Punk. En otras palabras, la cultura gótica comenzó como una subcultura del Rock Y Punk. Se caracterizaba por la vestimenta negra y roja, al igual que el maquillaje, con lo cual se quiere mostrar como si la persona estuviera muerta. Esta cultura comenzó más o menos en los años 80 en Londres. Allí había un club nocturno que se llamaba «Baal ave» o Cueva del Vampiro. Luego de empezar a tomar algo de fama se extendió hasta EEUU y se hizo muy, pero muy popular en California. Luego de este «impacto» empezaron a salir películas referentes a esta cultura. Al igual que casi en todas las culturas, la gótica tiene su propio estilo de música
Los góticos, o practicantes de la cultura gótica, suelen usar mucho cruces cristianas, símbolos Egipcios, especialmente la cruz que tiene como un ojito y se llama Ankh. Estos símbolos representan sus «religiones» o más bien su forma de pensar, otros los usan en forma sarcástica.
Uno de los seguidores de esta cultura afirma que los góticos tienen una fuerte tendencia a la depresión, son violentos, tienen pensamientos suicidas, suelen consumir drogas, se identifican a ellos mismos con vampiros, les atrae el sado masoquismo, manifiestan interés en el satanismo, son fanáticos de la tecnología, suelen vestir con prendas predominantemente negras, blancas, plateadas y rojas y se tiñen el cabello.
La letra de una de sus canciones resume la actitud de muchos góticos. Dice así: Uso negro en el exterior porque negro es lo que siento en mi interior, y si parezco un poco extraño es porque lo soy.
Siendo así, un verdadero creyente no debería involucrarse en esta cultura por al menos las siguientes razones. Primero por los orígenes de esta cultura, los cuales están relacionados con un estilo de música que de ninguna manera puede glorificar a Dios. Segundo, por el testimonio de los que iniciaron esta subcultura. Sus estilos de vida demostraron que no tenían ningún temor de Dios. Tercero, por su obsesión con la muerte, con lo oculto, con las tinieblas. Los creyentes somos hijos de luz y debemos ocuparnos en cosas que traigan honra y gloria al Señor Jesucristo. Cuarto, por su interés en Satanás, en los vampiros, en los símbolos satánicos. Los creyentes no debemos participar en las obras de las tinieblas sino más bien reprenderlas. Efesios 5:11 dice: Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
Cuarto, por la inclinación de esta cultura al uso de las drogas. El cuerpo del creyente es templo del Espíritu Santo y no debería ser contaminado con sustancias químicas que alteran su normal equilibrio. Quinto, por la marcada tendencia a la depresión. Los creyentes tenemos sobradas razones para vivir gozosos, a pesar de las pruebas que podamos enfrentar. No sería apropiado que un creyente manifieste una imagen de derrota, depresión, angustia. Por estas razones mi consejo es que un verdadero creyente se abstenga de formar parte de la cultura gótica moderna.