Alcanzar una meta no es sólo cuestión de ponerse en la brecha y trabajar, se alcanza porque el ánimo y la convicción te dan la fuerza necesaria para lograrlo.
Si haces algo con desánimo realmente no vas a llegar a ningún lado y la calidad de tu trabajo será consecuente con tu falta de ánimo, digamos en otras palabras: haces por cumplir y listo.
Si llevamos este pensamiento a todos los aspectos de tu vida: laboral, académico, autodesarrollo y espiritual; alcanzarás tus metas y construirás cosas de valor si lo haces con buen ánimo, de lo contrario simplemente cumplirás con la cuota y así también será tu recompensa.
No hagas las cosas sólo por hacer, encuentra ánimo y fortaleza en Dios y hazlo con convicción y pasión. Mi pasión es este espacio de café con Dios, espero que lo disfrutes también.
¿Cómo edificas?
¿Tienes el ánimo necesario para hacer las cosas?
¿Te falta convicción?