No se hará mención de coral ni de perlas;
La sabiduría es mejor que las piedras preciosas.
Job 28:18
Puede que te llenes de tesoros en la vida, tu cuenta de banco puede tener varios dígitos pero si tu corazón está vacío de sabiduría de nada te sirve. Puedes enriquecerte de la noche a la mañana, puedes jactarte de un golpe de suerte o de un buen negocio aunque sea a costa de alguna estafa; pero lo más valioso que realmente podrías tener en la vida es sabiduría. Esto no es la acumulación de conocimiento sino que se compone de dos factores fundamentales: Primero, el temor a Dios y segundo, la habilidad de decidir según el conocimiento lo que es bueno o malo y elegir lo bueno.
La necedad, por el contrario, te hace elegir para tu propio beneficio sin importar cómo afecta a los demás. La necedad te puede volver millonario pero te aleja del plan de Dios. El amor al dinero refleja el carácter de una persona, muestra que le interesa más lo temporal que lo eterno de Dios. Pero la sabiduría te permite cultivar aquellas cosas intangibles en la tierra pero que tienen gran peso en la eternidad, puedes construir en la vida de otras personas y por sobre todo conocer y relacionarte de forma íntima de Dios, y qué más íntimo que un café con Él.
¿Tus pensamientos te hacen sabio o necio?
¿Cuál es tu principal interés en la vida?
¿Te importa cómo afectas a los demás?