¿Te has puesto a pensar a que cosas te aferras en la vida? El impío o el que no reconoce a Dios sobre su vida y vive alejado de Él, tiene puesta su esperanza en su sus bienes, por más que haya hecho grandes proezas para obtenerlas no le sirve de nada el día que Dios le quite la vida. Puede que un mafioso o un político corrupto se llene la boca de creerse el más astuto y que nadie le puede atrapar; pero eso ¿le sirve el día que se enfrente a la muerte?, definitivamente no valen de nada nuestras riquezas en la eternidad ya sea en el cielo con Dios o separado de Él.
El Señor Jesús enseñó que hagamos tesoros en los cielos, eso quiere decir que invirtamos para las cosas eternas, la salvación de las almas y el crecimiento de los creyentes. Lo único que podemos llevar a la eternidad fuera de esta tierra después de la muerte son las obras que honran a Dios, que sean conforme a su voluntad y para la gloria suya. Así que mi esperanza no debe estar en las cosas de este mundo sino buscar lo que es eterno y dé gloria a Dios. Si te aferras a lo terrenal terminas siendo un triste materialista que sólo tiene metal en su haber, pero si te preocupas por hacer la obra de Dios acumulas tesoros en los cielos.
¿Cuál es tu esperanza en la vida?
¿Qué te llevarás a la eternidad?
¿Qué abrazas en esta vida?