¡Qué locura has hecho!
El primer rey de Israel, Saúl, se encontraba ante uno de sus primeros desafíos. Debía organizar a su ejército para pelear contra uno mucho mayor en número, el de los filisteos. Ya acampados en la llanura de Gilgal y con el numeroso ejército enemigo en frente, debía buscar la bendición de Jehová antes de iniciar la batalla. Esa responsabilidad le correspondía al profeta Samuel, pero Samuel no llegaba y el pueblo, asustado y cansado de esperar, se estaba regresando a sus casas antes que el enemigo atacare. Contagiado por la impaciencia y la falta de fe (que al fin y al cabo es lo mismo) Saúl toma la decisión de ser él quien oficie el acto de bendición y el ofrecimiento del...
El primer rey de Israel, Saúl...
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