Indiana Jones es uno de los aventureros más famosos del cine. Si has visto alguno de sus filmes, sabrás que este joven arqueólogo emprendía viajes con la finalidad de encontrar objetos de gran importancia histórica para la humanidad. Generalmente otros como él aparecían como sus rivales detrás de las mismas búsquedas pero con fines siniestros. Si bien todo ello es pura ficción, lo real es que la arqueología es una ciencia valiosa a la hora de estudiar las civilizaciones humanas más antiguas. Tal así es que hace unos años atrás fue noticia para el mundo que un equipo de investigación arqueológica encontró los restos de un gran ejército egipcio que pereció dramáticamente en el fondo del Mar Rojo. Allí, precisamente, se hallaron formaciones de coral que se asemejan a las ruedas de los carros egipcios, huesos humanos y otras evidencias que menciona el Antiguo Testamento. Los ateos han despreciado la mera mención de este hecho y los expertos dicen que los sitios tradicionales se equivocan. Sin embargo, hemos encontrado evidencia científica y arqueológica que se ha conservado en los corales y piedras que prueban que Moisés e Israel sí cruzaron el Mar Rojo, dijo Michael Rood director del equipo científico de investigaciones.

Las historias del pasado nos permiten entender nuestro presente. El pueblo de Israel, oprimido y esclavizado durante años por el imperio egipcio, ahora tenía la posibilidad de experimentar la libertad y de recuperar la identidad robada de sus tradiciones, derechos y costumbres. Sin embargo, a un paso de lograrlo, un inmenso mar se presentaba como obstáculo. Inevitablemente los hebreos habrán sentido miedo, terror, debilidad, ira y una gran decepción con Moisés y con un Dios que todavía les resultaba ajeno, mas allá de haberlo visto obrar con poder en Egipto. Pero en ese mismo punto crítico ¡se abre un camino en medio del mar! Hoy, ese mismo poder liberador de Dios sigue vigente para nosotros cuando los “pasos se cierran”. Estemos tranquilos, Él va delante de nosotros abriéndolos. ¡Confía!

Muchas veces los caminos más difíciles llevan a paisajes extraordinarios.