Al llegar al fin de un año como en estos días, no se puede dejar de mirar en dos direcciones: lo que nos sucedió y lo que deseamos para el próximo. Nuestros pensamientos nos llevan de atrás hacia adelante y de adelante hacia atrás como si estuviésemos hojeando un libro que se leyó demasiado rápido.

Pero saliendo de nosotros mismos y abriendo un poco más el abanico de reflexión, nos damos cuenta que toda la historia del mundo, a través de los tiempos, ha sido un atrás y hacia adelante y viceversa una y otra vez. Entendemos el presente desde lo que nos sucedió en el pasado y avistamos el futuro según hayamos entendido el pasado y el presente. Tiempos largos, tiempos cortos.

Tiempos de paz y tiempos de conflictos. Tiempos de salud y de enfermedad. Tiempos de soledad y tiempos de compañía. Y así, podríamos continuar agregando calidad a “Nuestros tiempos”. La palabra de Dios también habla en varias oportunidades de “Los tiempos”.

Nada de lo que relata la Biblia esta improvisado, ni dejado al azar temporalmente. Desde la Creación del Universo, Dios mide y establece los tiempos para todas las cosas.

Ubica la historia de la humanidad, en diferentes tiempos y diferentes modos de tratar, con esta raza caída, a través de pactos de amor y promesas cumplidas.

Sin embargo, cuando se refiere a los tiempos finales los describe de un modo muy particular: “Ante todo, deben saber que en los últimos días vendrá gente burlona que, siguiendo sus malos deseos, se mofará:” ¿Qué hubo de esa promesa de su venida? Nuestros padres murieron, y nada ha cambiado desde el principio de la creación

¡Qué descripción fuerte y realista! En estos días, cercanos a la navidad se evidencia más aun la incredulidad y la burla de aquellos que niegan las evidencias de la existencia eterna de Dios. Pero no solo la niegan, sino que también se burlan y se ríen.

Son cínicos e incrédulos y andan según sus lógicas y razonamientos desprovistos de fe. ¿Eres un burlador? No descuides tu fe y busca a Dios porque aún hay “Tiempo” para encontrarte con Él.

Pensamiento del día:

RECONOCER se lee igual de adelante hacia atrás, quizá esa sea la señal pasada y futura que necesitas en tus tiempos.