Me imagino a Dios creando al hombre y capacitándolo para amar y ser amado. Me imagino a Dios haciendo una pausa y pensando: “Pero esta capacidad afectiva, al pasar los años se verá distorsionada, será un amor descontrolado, sentimientos transformados en pasiones peligrosas y nocivas…” Otra pausa… “No importa. Igual quiero crearlo sensitivo”. Me imagino a Dios creando al hombre y la mujer con sus diferencias sexuales, con el propósito de que procreen y llenen la tierra y a la vez pensando: “Pero ellos usarán el sexo fuera del contexto que tengo en mente que se use. Abusarán de menores, engañarán a sus cónyuges, inventarán la pornografía a causa de su pecado…” “No importa. Otros lo usarán bien”. Me imagino a Dios creando al hombre con capacidad de escoger libremente entre el bien y el mal, sabiendo de las consecuencias de tomar malas decisiones; pero igual, haciéndolo libre… Es que Dios no creó robots. Nunca fue su plan clonar prototipos humanos que actúen como autómatas programados sólo para que satisfagan sus ansias de pleitesía. ¡No! Te hizo libre, aún sabiendo que usarías mal, muy mal, muchas de las capacidades que Dios puso exclusivamente en ti para que le glorifiques.
Sí, pero ¿sabes una cosa? En verdad eres libre para decidir, pero no eres libre para no decidir. Tienes que escoger un camino u otro. Si el camino de la enajenación de Dios, el estilo de vida sensual y la desobediencia a su Palabra te han traído buenos dividendos, si eres feliz, si puedes dormir en paz con tu conciencia, dale no más. Aunque tú y yo sabemos que eso no es verdad. Ahora, si escoges el camino angosto y entras por la puerta estrecha pero efectiva que es Jesús y que conduce a la vida, vivirás en concordancia con tu Creador, y todas esas capacidades que Dios puso en ti, serán usadas para Su gloria y tu felicidad. Sólo así habrás cumplido el propósito para el cual fuiste creado.

PENSAMIENTO DEL DIA: Dios te hizo libre para escoger, pero no te hizo libre para no escoger. Tomarás una decisión, quieras o no.