Ladislao Biró nació en 1899 y durante sus 86 años de vida creó desde una máquina de lavar la ropa hasta una caja automática de cambios de los autos.

Su invento más conocido es la birome o bolígrafo como se la conoce.

Este genio húngaro, que también era periodista, decidió radicarse en la Argentina hacia 1940 al comenzar la segunda guerra mundial junto con Juan Jorge Meyne, su socio y amigo que lo ayudó a escapar de la persecución nazi por su origen judío. ¿Quién hubiera imaginado que de un lado del universo la guerra destruía y del otro, alguien se dedicaba a construir y a crear? Sus biógrafos destacan de él, la capacidad que tenía para ver dónde había una necesidad social. También, resaltan la practicidad de sus inventos.

Facilitaba lo que era difícil. Fueron muchos sus inventos y la mayoría han sido un importante aporte en todo el mundo.

Mas allá de la inteligencia creativa de Ladislao, el secreto de hacer algo nuevo está relacionado con la capacidad de “Ver” un poco más allá. Ser sensibles y abiertos a las necesidades nos motiva a crear algo diferente de lo que ya está. Por supuesto que no todos somos inventores ni genios de la ciencia, pero todos tenemos capacidad para aportar a nuestra sociedad algo diferente.

Cuando nos centramos solamente en nuestras circunstancias de manera endógena, y no abrimos la mirada hacia afuera, hacia los demás, no podemos ver más allá.

Por lo contrario, cuando concentro mis capacidades, habilidades y recursos a favor de otros, las cosas surgen y la creatividad se potencia.

Quizá esa fue la experiencia del niño de los evangelios cuando ante el hambre de más de 5000 personas, entregó a Jesús cinco panes y dos peces que fueron multiplicados por el Maestro y comieron todos hasta saciarse. Lo poco se hace mucho cuando lo ponemos al servicio de nuestra comunidad.

De un lado muchos pueden destruir, pero del otro, muchos podemos edificar y aportar para la ayuda mutua. Jesús nos dejó su promesa que, aunque seamos dos o tres reunidos en su nombre, Él se manifestará en medio de esto.

Pensamiento del día:

La obra humana más bella es la de ser útil al prójimo. Sófocles.