El mundo de la pantalla grande siempre es uno de los escenarios más admirados. Ricos y famosos, bellas y bellos, habilidosos y no tantos, todos desfilan sus virtudes en largometrajes cinematográficos. Cada vez que ves el extreno de una nueva película, sus protagonistas dan un salto más en la pasarela de la fama. Sus nombres pasan a primera plana y son comentados por varias  semanas, aumentando sus posibilidades de conquistar el tan preciado premio “Oscar”. Pero la película se acabó, las luces del cine comienzan a apagarse y muy lentamente una extensa lista de pequeños nombres cubre la pantalla. Si no eres rápido para leer, apenas desapareció el primero de la lista que ya llega el segundo, y el tercero, y el cuarto… Son cientos y cientos de nombres en letras de color blanco sobre un fondo negro. Pero a nadie le interesa eso. Ya todos se fueron, la sala quedó vacía, y quizás sigan pasando nombres y más nombres que quedarán en el anonimato. Nadie hablará de ellos, nunca tendrán un Oscar, nadie los recuerda. ¿Por qué?… Simplemente porque no fueron los protagonistas. Sin embargo permíteme explicarte que la mayoría de ellos juega un papel trascendental detrás del telón. Sin camarógrafos, maquilladoras, peinadores, músicos, los del casting, los inversionistas o los guionistas, no hay película, ¡así de simple!

Tal vez al mirar este año que se acaba te sientas como uno de esos. Cuando aparecía tu nombre todos se fueron; ni  un solo premio, (ni siquiera consuelo) y los aplausos se los llevaron los otros. Déjame decirte que para Dios no fuiste ignorado ni fue un año en vano. Cada plato que lavaste en tu cocina fue tu aporte en el escenario de una familia al estilo de Dios. Cada centavo que trajiste a tu hogar fue otro logro de “padre proveedor”. Cada abrazo que diste al finalizar el culto calentó algún corazón enfriado, y cada palabra dada al oído dio fuerzas al cansado. Aunque nadie lo notó, aunque nadie lo comentó, aunque  nadie te premió, Dios sí, y está súper emocionado por vivir ¡OTRO AÑO MÁS A TU LADO!!!

Pensamiento del día:

“Te aseguro que hasta un vaso de agua que has dado en mi nombre tendrá recompensa en mi Reino”. (Jesús)