Miles (por no decir millones) de cristianos alrededor del mundo conviven con pecados que aborrecen. Su experiencia se asemeja a aquel que vive con el enemigo en su propia casa, duerme con él, sabe el daño que le está causando, pero no lo puede expulsar. Necesita alguien más fuerte que lo  haga por él. El dilema de la vida cristiana es cómo aprender a convivir con el mal, el pecado, y la tendencia a lo malo que nos sigue acompañando aún después de ser salvos. Nuestro “viejo hombre” sigue ahí, tan fuerte como siempre. Indomable, rebelde, camuflado. Nuestros gustos siguen, por lo menos en la etapa inicial de recién convertido, y sigo siendo tan débil como antes, como siempre. ¿Cómo encaja esta funesta realidad en el concepto bíblico de “Nueva criatura”? Tal cual lo indica la palabra, somos regenerados, transformados. Se nos inculca una nueva naturaleza, un “Nuevo hombre” que, cual súper héroe, vence el mal y nos capacita a vivir una vida que agrade a Dios potenciada por el Espíritu Santo que mora en nosotros. ¡Ese es el milagro del nuevo nacimiento! Ahora tenemos, entonces, dos naturalezas, antes solo una. Depende de cuál esté más alimentada, así será nuestro estilo de vida cristiana: Carnal o espiritual. En esta lucha interna tan bien descripta por Pablo en Gálatas, no basta con odiar al pecado, no es suficiente no querer cometerlo. Yo estoy seguro que tú no quieres hacer el mal, pero lamentablemente tengo que decirte que eso no alcanza.

A Pablo le pasaba exactamente lo mismo: “El mal QUE NO QUIERO eso hago”.  Él era consciente de que eso era pecado, es más, no quería hacerlo porque sabía que, así como lo lastimó antes, lo haría también ahora, pero lo comete. Esta realidad le llevaba a él, como a mí y a millones de cristianos, a un estado miserable que nos conduce a rendir nuestra voluntad a Aquel que es Mayor que el que está en el mundo y, arraigado en la fe de que mi viejo hombre fue crucificado juntamente con Cristo, reclamar la victoria.

Pensamiento del día:

No puedes darle muerte al pecado, pero sí al pecador.