El niño disfrutaba intentando elevar su cometa por los aires. El día era perfecto, el viento firme y parejo alzaba otros cometas del lugar en competencia por ver cuál de todos llegaba más alto. Padres e hijos se sumaban al momento. Pero nuestro niño seguía intentando, solo eso, intentando… Y nada. Era su primera experiencia con cometas y estaba cometiendo un error típico pero fundamental, estaba corriendo a favor del viento, no en contra de él. En su inexperiencia no entendía cómo podía suceder esto, para que su cometa trepe por los aires debía enfrentar al mismo viento que le elevaría. Hasta que entendió lo “extraño” de esta verdad de la física y su frustración se cambió en disfrute. Lo mismo sucede con nuestras vidas cuando el viento se torna contrario. En una analogía referente a este tema, todo marinero de bote a vela sabe que cuando el viento sopla con más fuerza, es cuestión de orientar las velas de su nave en sentido contrario y la embarcación cobrará mayor fuerza llegando más rápido a destino. Alguien dijo que cuando el viento se torne amenazante y aparente cambiar su dirección, pues simplemente ajusta tus velas y avanza igual. La Biblia dice que los que tienen su fe depositada en Dios levantarán alas como las águilas. Es interesante notar que esta ave no lucha contra el viento, más bien aprovecha su fuerza y vuela sin agitar casi en nada sus propias alas.
Creo que en la vida nos agotamos con tanta facilidad porque gastamos nuestra energías luchando contra la desgracia en lugar de aprovechar la prueba para sacar provecho en el desarrollo de un carácter más firme y más capacitado para elevarnos sobre el nivel de la mediocridad y atravesar las tormentas conyugales, familiares, económicas y de relaciones interpersonales que de hecho vendrán. Dios nunca prometió lo contrario. Pero sí nos promete una vida que se eleve cual cometa sobre las dificultades y que aprende, paso a paso, a madurar en medio de la adversidad en vez de atrofiarnos en pro de una vida fácil.

Pensamiento del día:

Las cometas se elevan con el viento en contra, no a su favor.