¿Vives a la moda? Antes de poner un pie en la calle, tanto la alumna de colegio, el profesor de universidad o la secretaria, echan una mirada al espejo para asegurarse que no van a salir vestidos fuera de moda. Las vidrieras de los comercios de ropa y calzado, que son los que más abundan, cambian cada temporada. Comienza en Europa, Francia, Suiza, Inglaterra, las capitales de la moda y tardan aproximadamente entre 7-10 meses en llegar a Norte América. De ahí, se calcula que uno año más, ya llegó a Latinoamérica. Estilos, telas y peinados que ayer hubiesen causado risa, hoy pasan a nuestro lado y causan poca atención simplemente porque “es lo que se usa.” Y lo más irónico de esta tendencia crónica es que está comprobado que, en un aspecto la moda es cíclica. Se vuelven a repetir estilos ya en desuso hace décadas. La hija se sorprende cuando al llegar con sus nuevos zapatos de plataforma, la madre le dice: “esos mismo usaba yo cuando tenía tu edad”, o cuando el adolescente entra a la casa con su pelo emplasticado en gel y su padre le muestra la foto de hace 20 o 30 años atrás, junto a sus compañeros bailando un tango con el mismo peinado engominado.  Alguien dijo con acierto: “Toda moda es un fracaso, porque pasa de moda” Lo que vemos en las pasarelas de los grandes diseñadores y estilistas como Jean Cartier, Ives Saint Laurent, Giordano y otros, no es ni más ni menos que una exposición de novedades condenadas a muerte. Una muerte lenta pero segura. Sí, toda moda es un fracaso. Y tú… ¿Te desespera pensar que te has quedado en la historia, que estás fuera de moda, que no consigues reunir el dinero para comprarte lo último en pantalones, carteras o zapatos?  ¿Gastas horas y dólares en recorrer vidrieras y centros comerciales? Eres adicto a los ídolos de moda, comprando sus CD´s y vistiendo como ellos ¿Sabes? Lo único que no pasa de moda es Dios y su Palabra.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Toda moda es un fracaso porque está condenada a pasar de moda.