Seguramente lo habrás oído: “Siembra un pensamiento y cosecharás una acción. Siembra una acción y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter, y siembra un carácter y cosecharás un destino”. Permíteme explicártelo en otras palabras, palabras de un viejo refrán español: “Por un clavo se pierde una herradura; por una herradura, un caballo, por un caballo, un jinete, por un jinete, una batalla, por una batalla, UN REINO.” Lo que hagas, por más insignificante que parezca, siempre tendrá implicaciones eternas. Jesús también se refirió a este tema al decir: “Si en lo poco has sido fiel en lo mucho te pondré.” Si lo que haces lo haces con un espíritu temeroso de Dios tendrá efectos eternos, si lo haces con intereses egoístas impactará a tus logros, o sea a ti, a nadie más que a ti. Si lo que haces lo haces con excelencia, superará barreras, generaciones y distancias, si lo haces con un espíritu mediocre, se perderá en las masas intrascendentes. Si lo que haces lo haces con una actitud altruista, buscando el beneficio del otro antes que el tuyo, cosecharás frutos de por vida, en cambio si lo haces buscando ser servido y que todo gire en torno a tus ideas y proyectos, quedarás solo al final. Nadie quiere compartir la vida al lado de un terco egoísta. Las cosas que pensamos, que decimos, que hacemos y aún practicamos hoy son, ni más ni menos, que la materia prima con la que se forjará nuestro mañana. Mayormente pasamos nuestras vidas inconscientes de esta realidad. Pensamos que la situación es vivir el hoy, nada más, pero no es así. Todo tiene consecuencias eternas, para bien o para mal. Presta atención a algunos textos sagrados que explican lo expuesto: “Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre… de cierto os digo que no perderá su recompensa”. “Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos. ¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado.” Y el último: “Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande.”  ¡Hazlo! (A buen entendedor, pocas palabras).

Pensamiento del día:

“Por un clavo se pierde una herradura; por una herradura, un caballo, por un caballo, un jinete, por un jinete, una batalla, por una batalla, UN REINO.”