En cierta ocasión se le preguntó al gran Alejandro Magno cómo logró, a una edad tan corta, conquistar tantos reinos y estampar su nombre como emblema de triunfo y dominio en todo el mundo conocido de aquel entonces. Él respondió: “El secreto de mi éxito es que he tratado tan bien a mis enemigos que los he transformado en mis amigos. Me he comportado con ellos de forma tan humana que han continuado siendo mis súbditos con reverencia inalterable”.  A medida que avanzamos por la vida es muy probable que asomen tanto amigos como enemigos. A veces sin buscarlos aparecen. Aunque pretendamos vivir en paz con todos los hombres en lo que respecta de nosotros, no debe sorprendernos sin alguien nos “toma de punto”, sea por envidia, rencor, o por malos entendidos. El hecho es que aparecen sin previo aviso. ¿Qué hacer? Procura ganarlos con tu respeto, con tu buen trato y educación. No pagando mal por mal, ni devolviendo insulto con otro insulto. Lo dijo Jesús y son palabras más dignas que las de cualquier emperador. Si te pones a su nivel y entras en guerra, el primer perjudicado serás siempre tú. Aunque sientas que has ganado ambos saldrán perdiendo. De nada sirve ganar las batallas en mis relaciones interpersonales si soy derrotado vez tras vez por el rencor, el odio y la ira. Pensamos que aquellos que alzan la voz e imponen siempre sus ideas son de carácter fuerte cuando en realidad es a la inversa. Es síntoma de debilidad el tratar mal a mis congéneres. En cambio, el servicio humilde, el perdón y la misericordia engrandecen a quien las esgrime. Es que son armas de destrucción masiva. Derriban el odio, destruyen la envidia y son capaces de derrumbar barreras de venganza de varias generaciones. Así que, de ahora en adelante, dispón tu carácter y tu corazón a amar incondicionalmente. Sin permitir que te avasallen o te ultrajen, confronta con amor, como Cristo lo hizo. Serás un conquistador de renombre allá en los cielos, y tendrás un ejército de amigos aquí en la tierra.

Pensamiento del día:

Si quieres vencer a tu enemigo, hazlo tu amigo.