Todos los hombres fuimos construidos del mismo barro pero con diferentes moldes. Lo vemos claramente en el relato de la creación narrado en el Génesis. Dios tomó polvo de la tierra y formó al hombre a su imagen, semejante a Él. Pero no formó a todos iguales, no clonó, creó. Él quiso que fuésemos diferentes. Considera: tu información cromosómica es única, los latidos de tu corazón tienen un ritmo único, el iris de tus ojos posee un diagrama tan único que es usado por las técnicas más sofisticadas de control de identidad, tus huellas dactilares son únicas, en miles de millones de personas que habitaron este planeta durante casi 10 mil años de historia humana, nunca hubo ni habrá jamás alguien como tú, tal vez parecido, pero nunca idéntico. ¡Eres único! ¿No te emociona considerar este hecho? Él no dijo: “A ver, vamos a crear 2 millones de Pablos, 5 millones de Martas, 11 millones de Camilas y las vamos a esparcir a lo largo del mundo y de la historia como para que nunca se conozcan.” No. Se detuvo a pensar en ti. Te ideó, te soñó, te hizo, no con máquinas robotizadas sino con el toque personal de Su dedo creador, te sopló aliento de vida y te dejó libre para que seas su amigo. Alguien dijo que cuando Dios te creó a ti rompió el molde. Nunca más habrá otro. ¿Por qué?, porque existe también un plan único, una misión secreta para la cual fuiste diseñado. Lo descubrirás en comunión con tu Hacedor, Dios, y en humildad con tu Salvador, Jesús. Entonces comprenderás las cosas que hoy te desaniman. Esas peculiaridades que te hacen único, diferente, especial. Esas cosas que envidias en otros, esas cosas que otros juzgan de ti, Dios sabe por qué las permitió en ti. Te lo va a explicar, lo vas a comprender de a poco. Sucesos, personas, traumas, situaciones, todo se irá acomodando como piezas de un rompecabezas. Compararte con otro y estar desconforme con el diseño de Dios para tu vida es un insulto a Dios. No te enojes con Él, con la vida, o con otros. Eres especial, creado por un Dios especial y diseñado para un propósito especial.

Pensamiento del día:

Compararte con otro y estar desconforme con el diseño de Dios para tu vida es un insulto a Dios.