Qué tal si damos lectura al pasaje bíblico que se encuentra en Mateo 7:21-23

Mat 7:21  No todo el que me dice:  Señor,  Señor,  entrará en el reino de los cielos,  sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.  Muchos me dirán en aquel día:  Señor,  Señor,  ¿no profetizamos en tu nombre,  y en tu nombre echamos fuera demonios,  y en tu nombre hicimos muchos milagros?  Y entonces les declararé:  Nunca os conocí;  apartaos de mí,  hacedores de maldad.

El pasaje bíblico tiene que ver con falsos profetas, o falsos maestros, no con creyentes. Estos falsos profetas o falsos maestros tienen apariencia externa de pastores de ovejas, pero en la realidad, son lobos rapaces. ¿Cómo reconocerlos? Pues por sus frutos, lo cual significa por su estilo de vida. Para detectar a un falso profeta es necesario mirar su estilo de vida. Si habla muy bien, pero no vive en santidad, es un falso profeta. Si habla muy bien, y vive en santidad, entonces es un verdadero profeta. No es cuestión de solamente decir con la boca: Señor, Señor, sino de demostrar con el estilo de vida que realmente somos del Señor.

Por eso el Señor Jesucristo dijo: No todo el que me dice: Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Tanto es así, que cuando llegue el juicio del gran trono blanco, donde se juzgarán las obras de los incrédulos, habrá muchos falsos profetas que dirigiéndose al Señor Jesucristo dirán: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Es decir que estos falsos profetas no solamente profetizaron, en el sentido de pretender que estaban hablando a nombre de Dios, sino que manifestaron poder sobrenatural para hacer obras sobrenaturales como echar fuera demonios y hacer muchos milagros. De esto aprendemos que no toda obra sobrenatural proviene de Dios y que no todo el que hace milagros es de Dios y manifiesta poder de Dios.

Un milagro simplemente es la manifestación de un poder sobrenatural. Ese poder sobrenatural puede provenir de Dios o puede provenir de Satanás. Satanás puede capacitar a sus siervos a echar fuera demonios, temporalmente, con la finalidad de hacer creer que ese milagro proviene de Dios. Con esto, Satanás no está dividiendo su reino, o luchando contra sí mismo, sino que está preparando el terreno para que un mayor número de demonios, más peligrosos que los que antes estaban allí, vengan a morar en la persona que supuestamente quedó libre de demonios. Satanás es un astuto engañador. Volviendo al pasaje bíblico en Mateo 7, la respuesta del Señor Jesús al clamor de los falsos profetas será contundente: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Esto no significa que la salvación es por buenas obras, sino que una persona genuinamente salva por la fe, produce buenas obras. Efesios 2:10 dice: Porque somos hechura suya,  creados en Cristo Jesús para buenas obras,  las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.