¿Existe alguna forma de explicar bíblicamente por qué la nación de Israel aún no acepta a Cristo como su Mesías?

Sí, existe una explicación bíblica a su consulta. Para eso remitámonos a lo que encontramos en Romanos 11:25-26 que dice: «Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sión el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad»

El apóstol Pablo está hablando de un misterio. Recuerde que un misterio en la terminología bíblica significa un secreto que había estado oculto en la mente de Dios hasta el momento que está siendo revelado.

El misterio tiene que ver con la nación de Israel. Dice Dios que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. Es por esto que hasta este momento Israel como nación no ha recibido a Cristo Jesús como su tan esperado Mesías.

Pero este endurecimiento o esta especie de ceguera espiritual que ha acontecido a Israel, para que no reconozca a Jesucristo como su Mesías no es algo permanente. Un día, todavía futuro, terminará.

Lo que marque el fin de este endurecimiento de Israel es lo que la Biblia llama la plenitud de los gentiles. Cuando haya entrado la plenitud de los gentiles, entonces todo Israel será salvo. El endurecimiento será eliminado, la venda espiritual será quitada de los ojos e Israel recibirá a Cristo Jesús como su Mesías.

Así que, es necesario esperar que entre la plenitud de los gentiles para ver a Israel reconociendo a Cristo como su Mesías.

Bien vale ahora preguntarnos: ¿Qué es esto de la plenitud de los gentiles? Bueno, esto se refiere tanto a la supremacía política extranjera sobre Jerusalén y la nación de Israel, como al tiempo de gracia garantizado por Dios a las naciones del mundo.

Según el Comentario Bíblico de Wycliffe, la frase plenitud de los gentiles significa que Dios ha establecido un día de oportunidad para los gentiles, el cual finalizará con la futura restauración de Israel a la gracia de Dios. El fin de la plenitud de los gentiles coincide con la segunda venida de Cristo.

Esto lo sabemos por lo que dice Lucas 21:21-28 «Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca»

Las señales que anuncian la segunda venida de Cristo Jesús, además indican que está cercana la redención de Israel, es decir el tiempo cuando Israel como nación reconozca que Cristo Jesús es su Mesías. En otras palabras la plenitud de los gentiles terminará cuando Cristo Jesús venga por segunda vez a la tierra. Hay un texto relacionado con este tema que no puede ser dejado de lado.

Es lo que se llama el lamento de Jesús sobre Jerusalén. Se encuentra en Mateo 23:37-39 que dice: «¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta a sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor»

El texto griego es algo incierto con respecto a la palabra «desierta» que aparece en este pasaje bíblico. El tiempo presente de esta declaración indica que es un momento de significado trágico y decisivo. El tiempo de ayuda y protección divina pasó, y el resultado final será que ellos mismos deberán cuidar la casa, lo que traerá por resultado desolación y destrucción.

Las palabras «vuestra casa» podrían referirse al templo, o a la ciudad de Jerusalén o a la nación de Israel. Este período de desolación continuará hasta que, como nación, digan: Bendito el que viene en el nombre del Señor. Cristo Jesús será recibido con esa salutación mesiánica en el momento de la conversión nacional cuando aparecerá en su gloria como el Mesías. La manifestación de su gloria barrerá toda duda y oposición y al fin Israel reconocerá y aceptará a Cristo como su Salvador.

Resumiendo lo dicho Israel como nación no ha recibido a Cristo como su Mesías porque como nación le ha acontecido endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. La plenitud de los gentiles es la época en la cual la gracia de Dios se manifiesta para salvar a los gentiles. Esta época terminará con la segunda venida de Cristo. Entonces y solo entonces, Israel como nación reconocerá a Cristo Jesús como su Mesías.