Hay muchas leyendas sobre el origen de esta figura tan característica de las Navidades. Una de las teorías cuenta que Papá Noel surge de una representación de la estación invernal con la figura de un anciano de barba blanca. Según este mito el “Abuelo Invierno” era agasajado con multitud de regalos por los vikingos para que fuera compasivo, y cuando llegue el momento de irse, se vaya sin queja para dar paso a la nueva vida, es decir, a la primavera. Con la llegada del cristianismo y, siguiendo esta costumbre, los bretones le cambiaron el nombre por “Viejo Padre Navidad” e incluyeron la tradición de que un hombre del pueblo se disfrazara y se le ofreciera comida y bebida en abundancia para representar la tradición vikinga. Con el pasar del tiempo, el “Padre Invierno” se transformó en San Nicolás. Nicolás era originalmente un hombre sumamente rico nacido en Asia Menor, y era extremadamente generoso con los más pobres. Nicolás se transformó después en obispo, y más tarde en santo, al que los holandeses denominaron Sinter Klaas (San Nicolás), nombre con el que pasó en un primer momento a América. Con el tiempo Sinter Klaas se pasó a llamar Santa Claus, es decir: Papá Noel. La imagen de Papá Noel subido a un trineo tirado por renos tiene también su origen particular. Esta idea parte de Laponia donde se creía que, con la llegada del invierno, el Padre Invierno con los renos bajaban desde las montañas hasta los valles donde la temperatura era menos fría. De este modo la imagen de Padre Invierno quedaba unida a la presencia de los renos. En 1824 el poeta norteamericano Clement Moore, conocedor de esa leyenda, incluyó los renos a su famoso poema «Una visita de San Nicolás». Desde ese momento se hizo muy popular la imagen de Papá Noel montado en un trineo que volaba por los aires tirado por ocho renos, lo que reemplazaba a la imagen del personaje a caballo. Además, Moore incluyó varios datos más en su poema y desde entonces, por ejemplo, ya no golpearía las puertas para dejar los regalos, sino que entraría sigilosamente por la chimenea. Como dato curioso se puede añadir que Robert May, en 1939, fue quien dibujó por primera vez a Rodolfo para un anuncio publicitario y, en 1949, Johny Marks compuso la canción Rodolfo, el “Reno de la roja nariz”. Cada cultura ha dotado a Santa Claus con una vestimenta y una imagen particular. Actualmente, la representación que conocemos de Santa Claus proviene de finales del siglo XIX, cuando el dibujante alemán Thomas Nast fue contratado por la revista Harper’s para ilustrar el famoso verso de Moore. Santa Claus apareció vestido de rojo y con su casa en el Polo Norte, en la que vivían junto a él pequeños duendes que le ayudaban en la fabricación de los juguetes. Esa imagen de Papá Noel se mantuvo hasta 1931, momento en el que la empresa Coca-Cola le encargo a Habdon Sundblom que remodelara el Santa Claus de Nast para campaña la publicitaria de la Navidad de ese año. Así se creó un Santa Claus más alto y rechoncho, con pelo cano, larga barba y bigote blancos, con aspecto simpático y bonachón. Su sonrisa y su clásico «jo, jo, jo» pasaron a ser sus caracteres fundamentales.