El relato del evento al cual hace referencia su consulta se encuentra en Mateo 27:50-53 donde dice: Mas Jesús,  habiendo otra vez clamado a gran voz,  entregó el espíritu.  Y he aquí,  el velo del templo se rasgó en dos,  de arriba abajo;  y la tierra tembló,  y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros,  y muchos cuerpos de santos que habían dormido,  se levantaron;  y saliendo de los sepulcros,  después de la resurrección de él,  vinieron a la santa ciudad,  y aparecieron a muchos.

Mateo es el único de los cuatro Evangelios que menciona este milagro. El Nuevo Testamento no dice absolutamente nada más sobre estas personas que murieron y resucitaron el día que el Señor Jesús murió en la cruz del Calvario, de lo cual se desprendería que no deben haber permanecido por mucho tiempo en la tierra una vez que resucitaron. Es decir que en algún momento deben haber vuelto a morir físicamente, aun cuando la Biblia no lo afirma tácitamente. Por otro lado, no se puede saber con certeza tampoco si el cuerpo que recibieron estas personas fue un cuerpo glorificado inmortal o un cuerpo resucitado pero mortal, como el de Lázaro de Betania, quien volvió a morir algún tiempo después de haber resucitado. Algunos intérpretes, piensan que estas personas que resucitaron recibieron cuerpos glorificados y poco tiempo después de aparecer a muchos en Jerusalén fueron arrebatados al cielo. Si esto fuera así sería una especie de anticipo de lo que el Nuevo Testamento profetiza en cuanto a la resurrección y traslado al cielo de los creyentes, en lo que se conoce como el Rapto o Arrebatamiento. Otros intérpretes piensan que estas personas que resucitaron recibieron cuerpos mortales y por tanto volvieron a morir físicamente en algún momento. No se puede ser dogmático en cuanto a esto. En todo caso, los espíritus y almas de las personas que resucitaron cuando el Señor Jesús murió en la cruz, estaban en el Seno de Abraham, no en una tumba, y al resucitar, esos espíritus y almas pasaron a morar en un cuerpo resucitado. No se puede precisar si esos cuerpos resucitados fueron glorificados como para no volver a morir, o mortales como el cuerpo resucitado de Lázaro de Betania, quien a pesar de haber resucitado volvió a morir.