Tesalonicenses 2:11 y 12 dice: «Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.» Me dijeron que esto significa que no hay posibilidad alguna para los creyentes que no se van en el Arrebatamiento.

El arrebatamiento es un evento privado entre el Señor Jesucristo y todos los miembros de su Iglesia. El Nuevo Testamento muestra que los creyentes que hayan muerto desde que comenzó la iglesia hasta el instante del Arrebatamiento, serán resucitados y simultáneamente, los creyentes que estén vivos el instante que ocurra el Arrebatamiento, serán transformados, y todos juntos, con cuerpos glorificados seremos arrebatados y nos encontraremos con el Señor Jesucristo en las nubes, para estar con él para siempre. Lo único que notarán los incrédulos cuando ocurra el arrebatamiento, será la súbita desaparición de millones de personas, los creyentes, de este mundo. De todo esto se desprende que absolutamente todos los creyentes participaremos en el arrebatamiento. El instante siguiente al arrebatamiento no habrá ni un solo creyente sobre la faz de la tierra. Cuando comience la Tribulación no habrá creyentes en la tierra. No se puede hablar por tanto que habrá creyentes que no participen en el arrebatamiento y que tengan que quedarse en la tribulación. Obviamente, debemos estar conscientes de la existencia de incrédulos que de labios para afuera afirman que son creyentes, pero jamás han nacido de nuevo. Estas personas no participarán en el arrebatamiento y tendrán que quedarse en este mundo en la tribulación.

Es justamente a este tipo de personas incrédulas, a quienes se refiere el pasaje bíblico citado por Usted. Qué tal si damos lectura al texto en 2 Tesalonicenses 2:8-12 para incluir el contexto. La Biblia dice: Y entonces se manifestará aquel inicuo,  a quien el Señor matará con el espíritu de su boca,  y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás,  con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden,  por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso,  para que crean la mentira,a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad,  sino que se complacieron en la injusticia.

Cuando el texto habla del inicuo, se está refiriendo a la persona del Anticristo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida. La manifestación del Anticristo será la obra maestra de Satanás. El Anticristo tendrá a su disposición la capacidad de manifestar gran poder para hacer señales y prodigios mentirosos. De esta manera, el Anticristo logrará engañar a muchos con su astucia y su despliegue de poder maligno para hacer señales y prodigios mentirosos. Los más propensos a dejarse engañar por el Anticristo serán los que tuvieron todas las oportunidades para ser salvos, pero rehusaron recibir a Cristo como Salvador antes del arrebatamiento.

Estas son las personas que no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por el hecho que estas personas ya tuvieron su oportunidad para ser salvos antes del arrebatamiento y desperdiciaron esta oportunidad, Dios mismo les entregará a merced de un poder engañoso para que crean la mentira del Anticristo. De esta forma serán condenados por no haber creído a la verdad a pesar que pudieron haberlo hecho.