No voy a hablar si tomar vino o sidra es pecado ni nada de eso, así que no te asustes; quiero que pienses en lo que representan estas cosas que aparecen en el versículo. Ambas son productos de la fermentación, lo cual te lleva a pensar en lo que provoca el pecado. Ambos te controlan y no dejan que tomes decisiones por ti mismo, así también el pecado, en fin; siempre te contaminan así como las cosas inmundas, las cuales no son puras. La enseñanza sobre el voto de nazareo era que debía tener una vida exclusiva y dedicada a Dios por completo, alejado de todo aquello que le contamina, no solamente de lo físico sino también de lo que podía contaminar su alma.

En la sociedad actual es más que obvio ver cómo los cristianos nos mezclamos con el mundo y consumimos todo lo que se nos ofrece, pero no hablo en cuestión de platos y bebidas, sino en cuestiones espirituales. Las cosas que consumimos en redes sociales, televisión, radio o conversaciones con amigos ¿son puras? Debes hacerte un autoexamen, preséntate ante Dios con un café y pregúntale qué debes dejar.              

¿Hay algo que te está contaminando?

¿Debes limpiarte de alguna cosa?

Si te hace perder el control, quizás no sea bueno en tu vida.