¿Qué llevamos a hacer a los que están con nosotros?, Rebeca llevo a su hijo a mentir y engañar, a robar y  huir. Si bien ella dijo que asumiría las consecuencias de esto; en realidad quien tuvo que pagar el precio de este pecado fue Jacob, se volvió detestable y tuvo que huir. Pasó años lejos de su familia y atravesó miles de dificultades, pasó casi toda su vida en gran cansancio y pena.

¿A qué estamos animando a los demás?. Una vida en contacto constante con el Señor lleva a otros a bendición y a ser de bendición. El propósito de todo hijo de Dios debe ser construir la vida de los demás, no seamos de tropiezo ni llevemos a malas decisiones a nuestros hermanos, más bien animemos a que puedan tener un tiempo cada día con Dios.

Un café y un tiempo de oración.