Desde ciudad de Guatemala, Guatemala, nos escribe un amable oyente y nos pide una explicación del versículo en Juan 6:66. También nos pregunta si este versículo, por el hecho de contener tres seis, tiene alguna relación con el Anticristo.
Gracias por su interesante consulta amable oyente. El texto en cuestión, Juan 6:66 es parte de un pasaje bíblico que va desde Juan 6:60 a Juan 6:71. En esta porción bíblica tenemos la reacción de los discípulos del Señor Jesús a su sermón acerca del pan de vida. Hasta ese momento, entre los discípulos del Señor Jesús había algunos que eran falsos, quienes estaban interesados únicamente en los beneficios que podrían sacar de seguir a Jesús, pero había algunos que eran verdaderos, quienes genuinamente creían que el Señor Jesús es el Cristo, el Mesías de Israel. Entre los versículos 60 a 66 de Juan 6 tenemos la reacción de incredulidad por parte de los falsos discípulos y entre los versículos 67 a 71 de Juan 6 tenemos la reacción de confianza por parte de los verdaderos discípulos. Así que, permítame leer el pasaje bíblico en Juan 6:60-66 para observar la reacción de los falsos discípulos a las palabras del Señor Jesús sobre el pan de vida. La Biblia dice: Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende? ¿Pues qué, si viereis al Hijo del subir adonde estaba primero? El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Los falsos discípulos del Señor Jesús manifiestan su disconformidad con lo que acababan de oír de labios del Señor Jesús. Su conclusión fue: Dura es esta palabra, ¿quién la puede oír? Por ser Dios en forma humana, el Señor Jesús estaba al tanto de lo que estaban pensando los falsos discípulos, y en consecuencia les dijo: Si esto que acabo de decir les causa tropiezo, ¿qué tal si vieran al Hijo del Hombre subir adonde antes estaba? El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida. Luego el Señor Jesús dejó muy en claro que algunos de sus discípulos no creían en su palabra. Para el Señor Jesús no revestía ningún problema saber desde el principio quienes eran los falsos discípulos y quienes eran los verdaderos discípulos. El Señor Jesús inclusive sabía que algún día, Judas Iscariote, uno de sus discípulos le iba a traicionar y le iba a entregar. Esto motivó al Señor Jesús a insistir sobre algo que lo había dicho con anterioridad: Nadie puede ir a él a menos que se lo haya concedido el Padre. Lo que acaba de decir el Señor Jesús despojó el manto de falsa piedad de los falsos discípulos de Jesús. Observe lo que hicieron al verse descubiertos. Aparece en el texto que fue materia de su consulta. Desde entonces, muchos de sus discípulos volvieron atrás. Eso significa que dejaron de seguir al Señor Jesús y continuaron haciendo lo que estaban acostumbrados a hacer antes de que se aparezca el Señor Jesús. Juan dice simplemente que estos falsos discípulos ya no andaban con el Señor Jesús. Note que no se trata de verdaderos discípulos que en algún momento se desilusionaron y dejaron de seguir al Señor Jesús. Se trata de falsos discípulos, de gente que no creía en el Señor Jesús, pero andaban con él, ocultando su impiedad, detrás de un ropaje de piedad. Lo único que les motivaba para seguir al Señor Jesús era la satisfacción de sus mezquinos intereses. Para finalizar, claro que en la cita Juan 6:66 intervienen tres seis, pero esto no tiene nada que ver con el fatídico número de la bestia, el 666 que se menciona en Apocalipsis 13:18.
Desde Ciudad Victoria, Tamaulipas, México, nos escribe un amigo oyente para consultarnos acerca de la relación que existe entre el texto en Mateo 2:23 e Isaías 11:1
Gracias por su consulta amable oyente. Comencemos por dar lectura al texto que se encuentra en Mateo 2:23. Para tomar en cuenta el contexto, leamos desde el versículo 19. La Biblia dice: Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño. Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel. Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea, y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.
Estando en Egipto, por instrucciones de un ángel del Señor, José, el esposo de María, tomó al niño Jesús y a su madre María y los llevó de regreso a la tierra de Israel. Por el hecho que el perverso Arquelao gobernaba el territorio de Judea, en lugar de su padre Herodes, José tuvo temor de ir allá y guiado por Dios se marchó a la región de Galilea y se estableció en una ciudad que se llamaba Nazaret. Esta era una ciudad nada importante a unos 90 Kilómetros al Norte de Jerusalén. Entre la gente de aquella época, Nazaret tenía la mala fama de que nada de bueno había salido de ella. La decisión que tomó José, no sólo contribuyó a la seguridad del niño Jesús, sino que fue el cumplimiento de lo que habían dicho los profetas. Interesante como Dios maneja las circunstancias de modo que se cumpla lo que ha sido profetizado. Así que, Mateo, el escritor del Evangelio dice que por crecer en Nazaret, Jesús fue llamado nazareno, cumpliendo lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno. Esto último representa un desafío a los intérpretes de la Biblia. La dificultad radica en que Mateo no especifica qué profeta o qué profetas anunciaron que el Cristo, o el Mesías de Israel será llamado nazareno. Inclusive algunos han pensando que a lo mejor esta profecía podría encontrarse en alguno de los libros apócrifos o deuterocanónicos. Pero sería muy dudable que Mateo echara mano de los libros apócrifos, pero tampoco en los libros apócrifos existe alguna profecía que diga que el Cristo o el Mesías de Israel sería llamado nazareno. Así qué, en términos generales, existen dos líneas de pensamiento en cuanto a la interpretación de este texto. La primera dice que partiendo del hecho que Nazaret es una ciudad oscura, nada importante, humilde, sus ciudadanos, los nazarenos, también eran considerados como personas oscuras, nada importantes, humildes. Que el Cristo, el Mesías de Israel, sea llamado nazareno, indicaría que entre la gente de su tiempo, él también sería considerado como alguien oscuro, nada importante, humilde. Isaías por ejemplo dijo lo que voy a leer en Isaías 53:3. La Biblia dice: Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Esta línea de pensamiento entonces afirma que los profetas del Antiguo Testamento profetizaron que el Cristo, el Mesías de Israel sería considerado como alguien oscuro, bajo, nada importante, humilde, y por el hecho de haber crecido en Nazaret, una ciudad considerada como oscura, nada importante, humilde, Jesús también era considerado por muchos como alguien oscuro, nada importante, humilde. La otra línea de pensamiento asocia el texto en Mateo 2:23 con Isaías 11:1. Permítame explicarlo de qué manera. Recuerde que según Mateo 2:23, habitando en Nazaret, Jesús cumplió con lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno. Con esto en mente, vamos al texto en Isaías 11:1. La Biblia dice: Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.
Si bien el tronco de Isaí está caído, sin embargo, de sus raíces retoñará una vara o un vástago. Recuerde que Jesús era descendiente de David, el rey de Israel, quien a su vez fue hijo de Isaí. Para referirse al Cristo, o al Mesías de Israel, Isaías usa la palabra “vástago” en este texto. La palabra “vástago” en el idioma hebreo, es la palabra Netzer, que tiene algo de similitud con la palabra griega que se ha traducido como “nazareno”, la palabra “Nazoráios” Así que, es muy posible que Mateo, haya estado pensando en la palabra “vastago” de Isaías 11:1 y la asoció por la ligera similitud, con la palabra “nazareno” En todo caso, los profetas del Antiguo Testamento, anunciaron que el Cristo, el Mesías de Israel, será un “vástago” que retoña del tronco de Isaí. El Señor Jesús cumplió con esto.
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