La primera consulta para el programa de hoy nos ha sido hecha por una amiga oyente de Quito, Ecuador. Dice así: Soy católica y desde que tengo uso de razón me han enseñado que la virgen María no tuvo más hijos aparte de Jesús. Una amiga mía quien es evangélica me ha dicho que la virgen María tuvo otros hijos además de Jesús. Quisiera que me muestre con la Biblia si esto es así.

Con mucho gusto, amiga oyente. Efectivamente, la virgen María fue virgen solo hasta que dio a luz a su primogénito Jesús. Después tuvo más hijos con su esposo José. Esto se desprende de lo que enseña la Biblia en varios pasajes bíblicos, entre los cuales me gustaría mencionar los siguientes: Primero: Hablando de José, con quien había sido desposada María, la virgen, Mateo 1:24-25 dice: “Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús.” Interesante, amable oyente. José, con quien fue desposada María, recibió a su mujer, una vez que supo que lo que se había concebido en su vientre fue obra del Espíritu Santo, pero no la conoció, hasta que la virgen María dio a luz a Jesús. Esto significa que José no tuvo relaciones sexuales con la virgen María hasta que nació Jesús. Note, hasta que nació Jesús. Una vez que nació Jesús, José conoció a María, o José tuvo relaciones sexuales con María, por cuanto los dos estaban legítimamente casados. María por tanto concibió y dio a luz hijos a José su marido. Incidentalmente note que Mateo dice que José no conoció a María hasta que dio a luz a su hijo primogénito, cuyo nombre fue Jesús. Es decir, que Jesús fue el primogénito de María. Primogénito puede significar el primero de varios, o el más importante de varios. Ambos significados se aplican a Jesús y comprueban que María tuvo más hijos. Jesús fue el primero de varios hijos de María y Jesús fue el más importante de los varios hijos de María. Pero existe otro pasaje bíblico que se encuentra en todos los evangelios sinópticos, Mateo, Marcos y Lucas, en el cual se hace muy evidente que María tuvo más hijos. Leamos Lucas 8:19-21 donde dice: “Entonces su madre y sus hermanos vinieron a él; pero no podían llegar hasta él por causa de la multitud. Y se le avisó, diciendo: Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte. Él entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.” Jesús está poniendo su propósito de cumplir con la voluntad de Dios, sobre sus relaciones familiares. Para Jesús era más importante hacer lo que Dios le mandó a hacer, que atender a su propia familia. Pero note como el médico e historiador Lucas indica claramente que Jesús tenía madre y hermanos. Interesante que no estaba con ellos José, el esposo de María. Muchos piensan que para entonces ya había fallecido. Otro pasaje bíblico que nos habla que María tuvo más hijos e hijas es el que se encuentra en el evangelio de Marcos capítulo 6. Durante su ministerio público, Jesús llegó a su tierra y comenzó a enseñar en la sinagoga de ellos. La enseñanza de Jesús fue tan sabia y profunda que los que le oían estaban admirados. Dejemos que Marcos nos cuente la reacción de los paisanos de Jesús. Marcos 6:2-3 dice: “Y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él” Allí lo tiene amable oyente. María tuvo como hijos, además de Jesús, a Jacobo, José, Judas y Simón. Además tuvo hijas, cuyos nombres no aparecen en el Nuevo Testamento. Un texto más que habla acerca de que María tuvo más hijos además de Jesús, se encuentra en Juan 7:2-5 donde dice: “Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos; y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosa haces, manifiéstate al mundo. Porque ni aun sus hermanos creían en él.” Quienes hablaron así a Jesús, fueron los hermanos de Jesús, es decir: Jacobo, José, Judas y Simón. Todos ellos no creían que Jesús era el Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios. Más tarde, después que Jesús murió y resucitó, Jacobo y Judas llegaron a ser fieles discípulos de Cristo. Jacobo llegó a ser pilar en la naciente iglesia cristiana en Jerusalén y escribió el libro de Santiago. Judas llegó a ser un fiel discípulo de Cristo y escribió el libro de Judas. Por todo lo dicho, amiga oyente, podemos afirmar con certeza que María la virgen, fue virgen hasta dar a luz a Jesús. Después tuvo más hijos e hijas como afirma el registro bíblico.

La segunda consulta para el programa de hoy nos ha sido hecha por una amiga oyente de Quito, Ecuador. Dice así: Antes de recibir a Cristo como mi Salvador y en total ignorancia de lo que es el aborto, me sometí a un aborto. Ahora que tengo a Cristo como mi Salvador, me siento muy mal por lo que hice y ese sentimiento de culpa no me deja vivir en paz. ¿Qué debo hacer para evitar seguir condenándome a mí misma por lo que hice?

Gracias por su consulta amiga oyente. El aborto provocado es un grave pecado contra Dios y contra la vida de un ser humano, con la circunstancia agravante que ese ser humano es el propio hijo o hija de la persona que se somete al aborto. No es extraño por tanto que Usted se sienta tan culpable, aun cuando eso pasó antes de que Usted reciba a Cristo como Salvador. Para evitar el sentimiento de culpa por este pecado, me gustaría recomendarle algunos pasos que han probado ser efectivos en casos similares al suyo. Primero, un arrepentimiento genuino. Arrepentirse significa cambiar la mente o cambiar la forma de pensar acerca de algo. En el caso del aborto provocado, Usted pensaba que no hay ningún problema con eso y que era la manera ideal para resolver el problema de un embarazo no deseado. Es necesario que Usted cambie su manera de pensar amiga oyente. Considere al aborto provocado como un asesinato. Yo sé que suena ofensivo, pero así es como ve Dios al aborto provocado. Si le queda algo de duda en mirar al aborto provocado como asesinato, solamente investigue un poco las técnicas de aborto que utilizan los cirujanos que se dedican a esta ingrata tarea y llegará a la conclusión que es atentar contra la vida de una criatura indefensa recluida en el supuestamente seguro seno materno. Segundo, confiese a Dios este pecado específico. Confesar significa ponerse de acuerdo con Dios, en el caso del aborto Usted necesita ponerse de acuerdo con Dios en que el aborto es un pecado contra Dios. Proverbios 28:13 dice: “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia” Tercero, por fe acepte el perdón y la limpieza de Dios. 1 Juan 1:9 dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” Dios es fiel y justo para perdonar el pecado de una persona que lo ha confesado. Acepte por fe esta verdad. Si Usted ha confesado el pecado de aborto, Usted ha sido perdonada de ese pecado. Para Dios es como si nunca hubiera cometido ese pecado. Observe lo que dice Salmo 103:8-12 “Misericordioso y clemente s Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.” Pero no solo esto, también el texto en 1 de Juan 1:9 dice que Dios es fiel y justo para limpiar de toda maldad. Acepte por fe esta verdad. Si Usted ha confesado el pecado de aborto, Usted ha sido limpiada de ese pecado. Su conciencia ha quedado limpia de lo que hizo. Cada vez que le ataque ese sentimiento de culpa, confróntelo con la verdad de la palabra de Dios. Ese sentimiento de culpa no proviene de Dios sino de Usted misma. ¿A quien va a creer? A Usted misma quien dirá cosas como: Lo que hiciste no tiene perdón, o a Dios quien por medio de su palabra le dice: Estás perdonada y limpiada. No se guíe por sus sentimientos amiga oyente. Los sentimientos son muy variables y nada dignos de confiar. A veces Usted se sentirá perdonada y limpia y vibrará de gozo, pero a veces Usted se sentirá sucia por lo que hizo y se sumirá en el foso de la culpa y la depresión. Así, su vida será como la onda del mar. Unas veces arriba, otras veces abajo. Pero los creyentes no debemos manejarnos por los sentimientos sino por la fe. La fe dice: Si Dios me ha declarado perdonada y limpia, no tengo por que sentirme culpable y sucia. De aquí en adelante voy a vivir gozosa de saberme perdonada y limpia. Si Dios le perdonó, ¿Quién es Usted para no perdonarse a Usted misma?

 

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