Desde Quito, Ecuador se ha comunicado con nosotros un amigo oyente para hacernos la siguiente consulta: He orado varias veces a Dios pidiendo perdón por mi pecado, pero todavía no siento que he sido perdonado. ¿Será que no puedo creer en Cristo y por tanto me espera castigo eterno en el lago de fuego, según Apocalipsis 21:8?

Gracias por su consulta amigo oyente. Usted dice que ha pedido a Dios perdón por su pecado, pero no se siente perdonado. El problema suyo es que está dependiendo de sus emociones o de sus sentimientos. Pero los creyentes no debemos depender de nuestras emociones o sentimientos, sino de lo que dice la palabra de Dios. Permítame por tanto hacerle algunas preguntas. ¿Cree Usted que es un pecador y que por tanto está separado de Dios por su pecado? Usted debe creerlo, porque eso es lo que dice Dios en su palabra. Oiga lo que dice Romanos 3:23  por cuanto todos pecaron,  y están destituidos de la gloria de Dios,

¿Cree en esta palabra de Dios? Si lo cree, entonces podemos avanzar a mi segunda pregunta. ¿Cree que por ser pecador está en peligro de recibir condenación eterna? Usted debe creerlo porque eso es lo que dice Dios en su Palabra. Oiga lo que dice Romanos 6:23  Porque la paga del pecado es muerte,  mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

La paga del pecado es muerte. ¿Cree en esta palabra de Dios? Si lo cree, entonces podemos avanzar a mi tercera pregunta. ¿Cree que Cristo Jesús, el Hijo de Dios murió en la cruz en lugar de Usted, para pagar su deuda por ser pecador? Usted debe creerlo porque eso es lo que dice Dios en su Palabra. Oiga lo que dice Romanos 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros,  en que siendo aún pecadores,  Cristo murió por nosotros.

Por amor al pecador, Dios envió a su Hijo, el Señor Jesucristo para que tome el lugar del pecador y reciba el castigo de Dios por el pecado, la muerte. Cristo murió en lugar de Usted, amigo oyente. ¿Cree en esta palabra de Dios? Si lo cree podemos avanzar a mi cuarta pregunta. Ahora que sabe que es pecador, que sabe que está en peligro de recibir condenación eterna a causa de eso, que sabe que Dios le ama y por eso di a su Hijo, el Señor Jesucristo para que muera por Usted, tomando su lugar, esta es mi pregunta: ¿Le gustaría recibir al Señor Jesucristo como su Salvador? Debe hacerlo, porque eso es lo que dice la palabra de Dios. Oiga lo que dice Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron,  a los que creen en su nombre,  les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

Para ser un hijo de Dios, y por ende, tener perdón de pecado y vida eterna, es necesario recibir al Señor Jesucristo como Salvador. ¿Cree en esta palabra de Dios? Si lo cree, debe dejar que actúe su voluntad y debe hacer lo que Dios le pide, me refiero a recibir a Cristo como su Salvador. Si ese es su deseo, hable con Dios, allí donde se encuentra y simplemente dígale en sus propias palabras que Usted ha entendido que debe recibir a Cristo como su Salvador, para llegar a ser un hijo de Dios y que por tanto lo recibe. ¿lo ha hecho? Si lo ha hecho, entonces Usted es un hijo de Dios, su pecado ha sido perdonado y tiene vida eterna. Esto es cuestión de creer, es cuestión de fe, no es cuestión de sentir. Si Usted, sinceramente, de corazón, ha tomado la decisión de recibir a Cristo como su Salvador, es salvo, tiene vida eterna, sin importar si se siente o no se siente salvo. 2 Corintios 5:7 dice: Porque por fe andamos, no por vista. De manera que, amigo oyente, créale a Dios, si Dios dice que Usted es salvo porque ha recibido por la fe a Cristo como su Salvador, crea eso y aunque su mente o sus sentimientos le digan lo contrario, no los crea, crea a Dios. Algo adicional, cuando una persona recibe por la fe a Cristo como Salvador, llega a ser una nueva criatura, y como tal se manifiesta el fruto de esa nueva vida. 2 Corintios 5:17 dice: De modo que si alguno está en Cristo,  nueva criatura es;  las cosas viejas pasaron;  he aquí todas son hechas nuevas.

Como nueva criatura, en su vida debe manifestarse al menos una tendencia a dejar las prácticas de su vida de antes de tomar decisión por Cristo y al menos una tendencia a incorporar nuevas prácticas o hábitos piadosos para la vida. En otras palabras, su vida va a mostrar el fruto de haber sido hecho hijo de Dios. Habrá en su vida un deseo de congregarse con otras personas que tienen su misma fe, habrá un deseo de alimentarse espiritualmente de la palabra de Dios, habrá un deseo de compartir su fe con otros y muchas otras cosas más. Cosas como estas son el resultado de haber sido hechos hijos de Dios. Si Usted ha recibido por la fe a Cristo como su Salvador y ve el fruto de esa decisión en su vida, entonces no hay motivo para dudar de su salvación. Oiga lo que dijo el Señor Jesucristo sobre los que somos sus ovejas por haberle recibido como nuestro Salvador. Se encuentra en Juan 10:27-30 donde dice: Mis ovejas oyen mi voz,  y yo las conozco,  y me siguen,  y yo les doy vida eterna;  y no perecerán jamás,  ni nadie las arrebatará de mi mano.  Mi Padre que me las dio,  es mayor que todos,  y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.  Yo y el Padre uno somos.

Los que somos hijos de Dios estamos en las manos del Señor Jesucristo y en las manos de Dios el Padre. ¿Quién nos puede sacar de allí? Absolutamente nadie. En resumen, amigo oyente, si ya ha tomado la decisión de recibir a Cristo como su Salvador, disfrute de su salvación, disfrute de su destino eterno en el cielo y si le asaltan dudas sobre si es salvo o no, no se desespere, vaya a la fuente, a la palabra de Dios y allí encontrará toda la seguridad que necesita para contrarrestar cualquier duda. Que Dios le bendiga.

La segunda consulta para el programa de hoy nos llega desde Perú y dice así: Si el señor dijo que las oraciones deben ser en secreto según Mt. 6:5-8. ¿porque algunas denominaciones hacen por radio largas oraciones? Esta es una duda que tienen muchos de mis discípulos en todos lugares donde voy como misionero. En las escuelas bíblicas donde enseño les digo que la oración se debe hacer en las congregaciones entre cristianos congregados o personalmente. ¿está bien? 

Doy gracias al Señor por su vida y por su gran deseo de evangelizar y discipular a los que manifiestan su decisión de recibir a Cristo como Salvador. El tema de su consulta tiene que ver con el pasaje bíblico acerca de la oración que se encuentra en Mateo 6:5-8 y su relación con la oración pública. Qué tal si damos lectura a este pasaje bíblico. Dice así: Y cuando ores,  no seas como los hipócritas;  porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles,  para ser vistos de los hombres;  de cierto os digo que ya tienen su recompensa.  Mas tú,  cuando ores,  entra en tu aposento,  y cerrada la puerta,  ora a tu Padre que está en secreto;  y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Es conocido que estas palabras del Señor Jesucristo han sido mal interpretadas con mucha frecuencia para sostener que la Biblia prohíbe la oración pública, pero no es así, por dos razones importantes. La primera, porque el Señor Jesús no está condenando la oración pública sino la hipocresía de la persona que ora en público. Por eso el Señor Jesús dijo: Y cuando ores, no seas como los hipócritas. ¿En qué consistía su hipocresía? Pues en fingir que realmente estaban buscando dialogar con Dios cuando en realidad estaban buscando ser admirados por los hombres que les veían y oían. El Señor Jesús dijo que si lo que buscan es la alabanza de los hombres, ya la tienen, pero eso es lo único que tendrán, porque Dios no les recompensará de ninguna otra manera. Pero si alguien verdaderamente desea ser oído por el Padre, no necesita que otros le miren al orar en público. Perfectamente puede hacerlo entrando en su aposento y cerrando la puerta para que nadie vea ni oiga. El único que verá y oirá será el Padre y eso es lo que importa. Lo que se hace en secreto con una motivación pura algún día va a ser recompensado en público por el Señor Jesucristo. La segunda razón es porque la misma Biblia muestra que existía la costumbre de orar en público. Pedro estaba preso por orden de Herodes y se temía lo peor, pero note lo que hizo la iglesia. Hechos 12:5 dice: Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel;  pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.

La iglesia toda en Jerusalén se puso en vigilia de oración a favor de Pedro. Fue una oración pública. Dios oyó la oración y liberó a Pedro. Tan pronto estuvo en libertad, Pedro fue a la casa de María y note lo que encontró. Hechos 12:12 dice: Y habiendo considerado esto,  llegó a casa de María la madre de Juan,  el que tenía por sobrenombre Marcos,  donde muchos estaban reunidos orando.

Los hermanos estaban en una reunión de oración, haciendo oración pública. Tal vez Usted dirá: Pero esto era sólo entre creyentes, no había inconversos. Seguramente fue así, pero de todos modos los hermanos que oraban no lo estaban haciendo en su cámara secreta. Pero la Biblia también exhorta a hacer oración pública en todo lugar. Note lo que dice 1 Timoteo 2:8 Quiero,  pues,  que los hombres oren en todo lugar,  levantando manos santas,  sin ira ni contienda

Así que no hay problema con orar en público en cualquier lugar, siempre y cuando sea con la motivación correcta, no para ser vistos de los hombres. No hay problema tampoco con hacer oración a través de la radio.

 

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