Con mucho regocijo le saludamos amiga, amigo oyente. Gracias por acompañarnos en nuestro Consultorio Bíblico. En instantes más estará con nosotros, David Logacho para responder a las consultas que nos han hecho llegar los amigos oyentes.
Esta consulta es la primera de varias, enviadas por un amigo oyente a través de nuestro correo electrónico. Dice así: Romanos 15:33, nos habla de un Dios de paz. Pero Éxodo 15:3 dice que Dios es un varón de guerra y como tal, está en capacidad de enseñar a los hombres a hacer la guerra, según Salmo 144:1. ¿Es Dios de paz o Dios de guerra?
Dios es tanto un Dios de guerra como un Dios de paz. Eso es lo que se ve en la Biblia, amigo oyente. Note lo que dice el texto citado por Usted en Éxodo 15:3 “Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre” Este versículo es parte del cántico de Moisés cuando Jehová acabó con el ejército Egipcio al sepultarlos debajo de las aguas del Mar Rojo. Un Jehová guerrero también es evidente en textos como Isaías 42:13 donde dice: “Jehová saldrá como gigante, y como hombre de guerra despertará celo; gritará, voceará, se esforzará sobre sus enemigos” Como Usted podrá notar, Jehová no es un anciano bonachón que sentado sobre su silla mecedora se hace de la vista gorda ante los ataques de sus enemigos. No señor, Jehová es temible como guerrero, como un Dios de guerra. Sus enemigos tiemblan ante Él. Pero eso es solo una faceta de Dios, amigo oyente, porque Jehová también es un Dios de paz. Leamos el texto citado por Usted. Se encuentra en Romanos 15:33 donde dice: “Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén.” Aquí tenemos a Dios, no como un Dios de guerra, aunque él sigue siéndolo, sino como un Dios de paz. Note lo que dice otro texto, Filipenses 4:9 “Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.” Nuevamente estamos aquí ante un Dios de paz. Insisto en el hecho que no es que Dios ha cambiado. Antes era un Dios de guerra y ahora es un Dios de paz. No hay tal. Dios es tanto un Dios de guerra como un Dios de paz. Interesante es notar que en el Antiguo Testamento no se encuentra la frase Dios de paz. Fue necesario que Cristo Jesús muera en la cruz del Calvario para que Dios pueda manifestarse con amplitud como un Dios de paz. Quisiera que note también al Dios de paz y al Dios de guerra en un solo texto. Se encuentra en Romanos 16:20 donde dice: “Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies.” Como Dios de paz, Él está listo para actuar a favor de los que son suyos. Como Dios de guerra, Él está listo para aplastar al enemigo número uno, Satanás, debajo de los pies de los creyentes. Termino esta consulta señalando que los creyentes tenemos en Dios a un Dios de paz, pero los incrédulos, tienen en Dios a un Dios de guerra. Si Usted quiere conocer a Dios como Dios de paz y no desea conocer a Dios como un Dios de guerra, es mejor que lo antes posible reciba a Cristo como su Salvador.
La segunda consulta del amigo oyente que se ha comunicado con nosotros por Internet, dice así: 1 Corintios 2:15 dice que el espiritual juzga todas las cosas. ¿No contradice esto a lo que Jesús dijo en Lucas 6:37 cuando afirmó que no debemos juzgar?
Interesante su consulta. Vamos a dar lectura al texto que se encuentra en 1 Corintios 2:15, pero para tomar el contexto vamos a leer desde el versículo 14. Dice así: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y nos las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.” Este pasaje bíblico está contrastando a dos tipos de personas. El natural es la persona incrédula, la que jamás ha recibido a Cristo como Salvador. El espiritual es la persona creyente, la que algún día ha recibido a Cristo como Salvador. La persona natural está ciega a las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le falta el órgano de percepción de las cosas espirituales, el cual es el Espíritu Santo. Por eso es que cuando esta persona es confrontada con las cosas espirituales, estas cosas le parece una insensatez, como algo de locos. No lo puede entender. Lo que está pasando es que como no tiene el Espíritu Santo, no puede entender las cosas que son del Espíritu Santo. Las cosas espirituales se han de discernir espiritualmente. A manera de ilustración, permítame hacerle pensar en una persona que jamás ha aprendido el idioma Chino. Dicen que este idioma es difícil de aprender. Si alguien viene a esta persona hablando en Chino, esta persona no va a entender nada. Lo que llega a su mente por medio de sus oídos le parecerá una locura. No comprenderá nada. ¿Por qué? Porque le falta la mente o el conocimiento del idioma Chino. Diríamos entonces que el Chino se ha de discernir con una mentalidad China. Lo mismo ocurre en el campo espiritual. Las cosas espirituales se han de discernir con una mente espiritual. Esta mente espiritual es la presencia del Espíritu Santo en la persona que ha recibido a Cristo como Salvador. Suficiente de lo que tiene que ver con la persona natural. Pensemos ahora en la persona espiritual. Es la que tiene el Espíritu Santo porque algún momento recibió a Cristo como Salvador. La palabra de Dios declara entonces que esta persona juzga todas las cosas. El verbo que se ha traducido como juzgar, es el mismo verbo que en versículo 14 se tradujo como discernir. Es decir que no se está hablando de evaluar lo que otro ha hecho para saber si es bueno o malo, sino que se está hablando de discernir algo. El espiritual, por cuanto tiene el Espíritu Santo, está en capacidad de juzgar o discernir o examinar o investigar las cosas espirituales. Recuerde que las cosas espirituales se han de discernir espiritualmente. Muy bien. Ahora vayamos al otro texto citado por Usted en su consulta. Se encuentra en Lucas 6:37 donde dice: “No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.” Son tres mandatos que producen tres resultados. No juzgar para no ser juzgados. No condenar para no ser condenados y perdonar para ser perdonados. Examinemos el verbo juzgar. En este caso, en el idioma que se escribió el Nuevo Testamento, es un verbo que significa primariamente separar, seleccionar, elegir; y de aquí, determinar o juzgar o pronunciar juicio. Este verbo se usaba para indicar que alguien está realizando el trabajo de un Juez o para pasar por el proceso de un juicio, o para pronunciar sentencia o para condenar o para formarse una opinión. Lo que este texto está prohibiendo es que el creyente se erija como un Juez de las actitudes de los demás. El creyente no puede ver el corazón de los demás para saber lo que están pensando, pero el creyente está facultado para juzgar las acciones de los demás. Las acciones son cosas que se puede ver. Pero aun allí, es necesario ejercitar gran discernimiento y dirección del Espíritu Santo. Por eso Juan 7:24 dice “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.” En resumen amable oyente, cuando la Biblia dice que el espiritual juzga todas las cosas, se está refiriendo a que el creyente está capacitado para examinar o discernir las cosas espirituales. En cambio cuando en Lucas 6:37 dice: No juzguéis, se está refiriendo a erigirse como Juez para evaluar las actitudes de los demás.
La tercera consulta de nuestro amigo oyente es la siguiente: 1 Corintios 3:11 dice que nadie puede poner otro fundamento de la iglesia que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Pero Efesios 2:20 dice que la iglesia está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. Por favor explíqueme esta aparente contradicción.
La iglesia de Cristo, tiene un solo fundamento amigo oyente. Ese fundamento es Jesucristo. Observe lo que dice 1 Corintios 3:11 “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.” No es posible poner otro fundamento o hablar de otro fundamento de la iglesia que no sea Jesucristo. El fundamento es lo que sostiene en pie al edificio llamado iglesia de Cristo. Lo mismo es enfatizado en Efesios 2:20 donde dice: “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” Este texto no está diciendo que el fundamento de la iglesia son los apóstoles y profetas. Ya se dijo que no es posible poner otro fundamento de la iglesia que no sea Jesucristo. Este texto inclusive dice que la principal piedra del ángulo es Jesucristo mismo. La principal piedra del ángulo es lo que da sentido y dirección al fundamento. Lo que dice el texto es que los apóstoles y profetas, por medio de su enseñanza, mostraron que el único fundamento de la iglesia es Jesucristo.
0 comentarios