Desde Labranza, Temuco, Chile, se ha comunicado con nosotros un amable oyente y nos dice lo siguiente: Le saludo cordialmente en el amor de nuestro Señor Jesucristo a Usted y a todo el equipo de la Biblia Dice. Quisiera formular la siguiente consulta para edificación personal y sé que de muchos oyentes más.

¿Gobernará David resucitado como Príncipe bajo el mando de nuestro Señor Jesús, en el periodo de 1000 años, posterior a su segunda venida?, Esto lo consulto por lo que dicen pasajes como: Jeremías 30:9 y Ezequiel 34:23-24; Ezequiel 37:24-25 y Oseas 3:5. O debe interpretarse como dicen algunos que se refiere a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, debido a que él es nuestro Pastor, haciendo referencia al pasaje que dice: “ Yo soy el buen Pastor…”

Gracias amigo oyente por comunicarse con nosotros. Es un gozo recibir su consulta. Antes de referirme específicamente a su inquietud, permítame ubicar en el tiempo ese período de 1000 años que se conoce como el milenio. El punto de partida es lo que se conoce como el arrebatamiento, cuando el Señor Jesús vendrá del cielo a las nubes para arrebatar a su iglesia. En este evento participaremos absolutamente todos los creyentes. Los creyentes muertos resucitarán. Los creyentes que estemos vivos seremos transformados y todos juntos seremos arrebatados, para estar con el Señor Jesús para siempre. Una vez que acontezca el arrebatamiento, sobre la tierra no quedará ni un solo creyente. Esto será el comienzo de lo que se conoce como la tribulación, un periodo de siete años de duración en el cual Dios derramará su juicio sobre el mundo incrédulo. Durante la tribulación se predicará el evangelio en la tierra por medio de 144.000 judíos que Dios va a levantar durante este período. Habrá muchos, tanto judíos como gentiles que recibirán al Señor Jesucristo como su Salvador durante la tribulación. Muchos de estos creyentes serán martirizados durante la tribulación, pero unos pocos quedarán vivos hasta el final de la misma. Al final de la tribulación vendrá a la tierra por segunda vez el Señor Jesucristo. En esta ocasión vendrá en poder y gloria para dar su merecido a los que obstinadamente lo han rechazado. Al final de la tribulación no quedará ni un solo incrédulo sobre la tierra. Los únicos que estén vivos sobre la tierra serán creyentes, algunos de trasfondo gentil y otros de trasfondo judío. Estos creyentes, de carne y hueso, como nosotros los creyentes que estamos vivos en este instante, serán los que entren al reino milenial como súbditos del reino. El reino milenial durará mil años y será un reino teocrático, con el Señor Jesucristo como Rey de reyes y Señor de señores. Note lo que dice Zacarías 14:16-17. Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén,  subirán de año en año para adorar al Rey,  a Jehová de los ejércitos,  y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.

Zec 14:17  Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey,  Jehová de los ejércitos,  no vendrá sobre ellos lluvia.

El Rey, es el Mesías, el Cristo, el Señor Jesús, quien es Jehová de los ejércitos, porque Él es Dios. Pero además de un Rey habrá otras personas en posiciones de autoridad. Aquí es donde entra su inquietud. Demos lectura a uno de los cuatro textos citados por Usted, el cual habla en cuanto a David en el reino milenial. Se encuentra en Jeremías 30:8-9. La Biblia dice: En aquel día,  dice Jehová de los ejércitos,  yo quebraré su yugo de tu cuello,  y romperé tus coyundas,  y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre,

Jer 30:9  sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey,  a quien yo les levantaré.

Esta es una profecía sobre el milenio. Será un reino donde habrá libertad plena y no habrá temor de que alguien se levante para subyugar a otros. En lugar de eso los habitantes del reino servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien Jehová levantará. Cuando este texto habla de Jehová, se está refiriendo al Mesías, al Cristo, al Señor Jesús, pero además de Él, el mismo texto habla de David su rey. En cuanto a esto último, los estudiosos de la Biblia han adoptado básicamente tres conclusiones. La primera es que el término David se usa a manera de tipo para referirse a Cristo. Esto significaría que cuando el texto habla de David su rey, a quien yo les levantaré se está refiriendo al Señor Jesucristo, porque Él es descendiente de David por el lado humano. La segunda es que David su rey, a quien yo les levantaré, se refiere a un descendiente de David, distinto del Señor Jesucristo, quien se sentará sobre el trono Davídico. Sería una especie de corregente con el Señor Jesucristo, quien será el Rey. La tercera es que David su rey, a quien yo les levantaré, se refiere a David, el rey de Israel, quien resucitará antes que se inicie el milenio, cuando resuciten los santos del Antiguo Testamento, quien será corregente con el Señor Jesucristo quien será el Rey. David resucitado será el príncipe de quien habla Ezequiel 34:23-24 donde dice: Y levantaré sobre ellas a un pastor,  y él las apacentará;  a mi siervo David,  él las apacentará,  y él les será por pastor.

Eze 34:24  Yo Jehová les seré por Dios,  y mi siervo David príncipe en medio de ellos.  Yo Jehová he hablado.

Respetando las otras conclusiones, a mi modesto entender me parece que la tercera conclusión es la más acertada y por tanto, mi convicción personal es que el rey David resucitará justo antes que comience el reino milenial de Cristo para reinar bajo la autoridad del Rey de reyes y Señor de señores, el Señor Jesucristo.

Por medio del correo electrónico, hemos recibido la siguiente consulta: Tengo un hijo de 12 años y es un buen muchacho, tiene buenas calificaciones en el colegio, y es aplicado, pero le gusta mucho los juegos de video y noto que se pone muy inquieto cuando no puede jugar. A la verdad, a mi parecer esos juegos no me agradan mucho, sobre todo, los de contenido violento y diálogos fuertes. ¿Qué puedo hacer para saber discernir qué juegos serían mejores, y cuánto sería un tiempo prudencial para jugar?

Gracias por su consulta, amable oyente. Le felicito por su interés en el bienestar no sólo material e intelectual de su hijo de doce años, sino también en su bienestar espiritual. La palabra de Dios nos exhorta a los que somos padres a criar a nuestros hijos en disciplina y amonestación del Señor, según lo que dice Efesios 6:4. Le felicito también por tener una buena opinión sobre su hijo, cuando afirma que su hijo es un buen muchacho, que tiene buenas calificaciones en el colegio, y es aplicado. Hay tantos padres que piensan lo peor de sus hijos y preferirían no haberlos tenido nunca. Sin embargo, su hijo necesita entender que sus logros académicos no le dan carta blanca para abusar de los juegos electrónicos. Los juegos electrónicos pueden ser una manera sana de distracción familiar, siempre y cuando no fomenten valores contrarios a los principios bíblicos, pero si se abusa de ellos pueden volverse nocivos para los que lo practican. Es como el comer. Es bueno comer, pero si se abusa de la comida se producen problemas serios de salud como la obesidad por ejemplo. Siendo este el caso, mi consejo es que usted como padre, asuma su responsabilidad de ser quien determina lo que es bueno o malo para su hijo de doce años en cuanto a los juegos electrónicos. Tal vez su hijo, por su corta edad, no esté todavía en capacidad de discernir estas cosas. A lo mejor podría poner como regla en su casa que su hijo no puede utilizar ningún juego electrónico que usted no lo ha aprobado. Dependerá de usted que seleccione juegos electrónicos que no atenten contra los principios bíblicos. Además de esto, será necesario que usted asesore a su hijo a administrar bien su tiempo. Esto le permitirá saber cuánto tiempo puede permitir que su hijo pase en los juegos electrónicos cada día. En cuanto a esto, enseñe a su hijo a invertir tiempo en la palabra del Señor y la oración cada día, preferiblemente al levantarse. Esto es lo más importante para la vida espiritual de su hijo. Después, su hijo necesita invertir tiempo en su aseo personal, vestimenta y alimentación. Después de esto, su hijo necesita invertir tiempo en sus estudios. Dentro de esto, su hijo necesitará tiempo para hacer sus tareas en casa. Es importante que su hijo aprenda también a invertir tiempo en ayudar en las tareas del hogar, como arreglar su dormitorio, su cama, lavar la vajilla de vez en cuando y cosas así. Habiendo cumplido con todo esto, el tiempo que le queda podría invertirlo en diversión, dividiendo este tiempo en los juegos electrónicos, la televisión, juegos, deporte. Usted como padre debe establecer una hora razonable para que su hijo vaya a descansar. Antes de descansar, será necesario tener un corto tiempo para orar como familia, en lo que muchos llaman el devocional familiar. Si usted logra implantar un modelo así de administración del tiempo para su hijo, no tendrá que preocuparse porque su hijo está abusando de los juegos electrónicos con los peligros que ello conlleva. Algo muy importante es que Usted adopte la costumbre de amar y animar a su hijo constantemente. En la medida de sus posibilidades dedique un tiempo cada día para estar con él, conversando, jugando, mirando la televisión, participando con él en algún juego electrónico y tantas otras cosas más. De esta manera, además de padre, será un amigo de su hijo y esto creará el ambiente para que pueda criar a su hijo de la manera que instruye la palabra del Señor.

 

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